viernes, 30 de noviembre de 2007

PASADO EL 20-N:JUAN IGNACIO ¡¡PRESENTE!!

Ya ha pasado el 20-N y como cada año,cada vez mas deprimente.Este año se tuvo la mala suerte de el asesinato de Palomino alias "el polllo".Mala suerte o no,porque es realmente dificili de creer en la casualidad que en cada cercania de la fecha haya siempre un altercado de este tipo.Respecto a nuestras organizaciones,pues como siempre,cada una y cada uno,pensando a que acto apoyar y a cual no.Algunas organizaciones incluso,que buscan en nuestros militantes su perfil de votante,se desmarcan completamente de las concentraciones.




En definitiva,que la diaspora de nuestras fuerzas,esta llegando a unos limites que si no fuera por la importancia que esto tiene,resultaria digno de algun monologo de el club de la comedia.Ahora se recuerda con nostalgia(aqui sí nostalgia),cuando a mediados de los 90,todos acudiamos a la misma concentracion con los matizes de cada organizacion y la unica lucha era ver si se podia tener incidencia o no en la Tribuna de oradores.Lejos quedan ya aquellas manifestaciones mas o menos multitudinarias,en las que los mas y los que menos,saliamos de allí henchidos de patriotismo,para continuar el año politico que nos quedaba.Como decia aquel lema tan acertado de los primeros años de Nacion Joven:20-N:Un dia de Homenaje;365 de Lucha.

Y como las celebraciones y misas de los años mas cercanos a este,no merecen mucho comentario de militancia,he rescatado de Internet un articulo de un antiguo camarada y amigo de Juan Ignacio Gonzalez que como todos sabeis el 14 de Diciembre,es la fecha de su asesinato que todavia sigue impune.¿que hubiera pasado a nuestra militancia si Juan Ignacio siguiera vivo?.Si todavias pensais que todo esto seria igual que ahora,por lo menos rindamosle el Homenaje que se merece¿o tambien nuestra extraña pureza,nos va a impedir homenajearle,como a tantos otros de los nuestros, que esa pureza absurda nos ha hecho olvidar y en lucha politica estar como estamos?

Ahi va mi humilde Homenaje y debemos de pedir el esclarecimiento de su ASESINATO:

El 14 de diciembre de 2007 tendrá lugar el XXVIIº Aniversario del asesinato de nuestro camarada Juan Ignacio Rodríguez González. Los que fuimos sus compañeros de lucha y los que lo tuvimos como jefe político, no podemos pasar por alto esta fecha que permanece, a mas de un cuarto de siglo vista, presente de manera indeleble en nuestros corazones.
Aquellos años en los que teníamos un ideal para vivir…
Juan Ignacio emergió como militante político en los últimos años del franquismo y principios de la transición. No procedía de nuestro ambiente, sino que militó durante un tiempo en la izquierda comunista. El proceso de transformación de sus ideas políticas tuvo lugar durante la transición, tras la muerte de Franco. Juan Ignacio ingresó en Fuerza Nueva en donde pronto se convirtió en uno de los líderes de la organización. Fundó la “Sección C”, verdadero servicio de orden del partido, cuyos distintivos eran diferentes a los del resto de la organización: camisa gris y boina negra.
En aquel período se curtió en numerosas luchas callejeras contra la extrema-izquierda, permanentemente adicta al ideal estalinista y a la intolerancia que siempre ha practicado contra sus adversarios políticos. Mal asunto para la extrema-izquierda, porque permanentemente fue batida sobre el terreno y puesta en fuga, incluso en situaciones de superioridad absoluta. En todas estas acciones de autodefensa, Juan Ignacio nunca dio un paso atrás y su personalidad y empuje hicieron que siempre, incluso los “primerizos” y menos lanzados, le siguieran hasta en las circunstancias más desfavorables.
En los años 77-80, buena parte de la juventud española optó por militar en formaciones patrióticas y antiestalinistas. Para todos los que, en aquel momento, optaron por esta opción, Juan Ignacio se convirtió pronto en un referente político. Especialmente, a partir del despegue de Fuerza Nueva, durante el verano de 1977. Lamentablemente, el partido cometió suficientes errores políticos y de conducción, que todo el formidable potencial de energías patrióticas que logró movilizar Blas Piñar, quedó dilapidado a la vuelta de pocos años.
En 1977, cuando militábamos en Fuerza Nueva, percibimos el problema interior del partido: un excesivo escoramiento hacia el nacional-catolicismo que no iba a ser entendido por el pueblo español, además de unas formas paramilitares (inadecuadas en una democracia formal como la que se inauguraba en aquellos momentos en España) y unas referencias constantes al franquismo, entonces en pleno desmantelamiento, que hacían mirar atrás más que hacia el futuro. Tras nuestra expulsión del partido, Fuerza Joven se desvinculó del mismo, creándose el Frente Nacional de la Juventud. .
En 1978, 300 militantes de Fuerza Joven de Madrid y de la Sección C, se dan de baja de Fuerza Nueva y fundan el Frente de la Juventud. La dirección del partido, mal aconsejada, había juzgado conveniente comprar un palacete como sede central. El edificio era desproporcionado para un partido como Fuerza Nueva que, en aquel momento, tenía solamente un diputado. Juan Ignacio y el Secretario General de Fuerza Nueva, José de las Heras Hurtado, habían aconsejado que, en lugar de esa faraónica sede, el partido comprara locales en los barrios en donde tenía más implantación, a fin de reforzar las secciones locales. Así mismo, existía un proyecto de editar un diario del partido. Todas estas iniciativas quedaron desactivadas en cuanto se compró el palacete en cuestión. La polémica no estaba exento de un trasfondo estratégico: se trataba de potenciar una “dirección fuerte” o bien unas “delegaciones fuertes”. Para Juan Ignacio y para Pepe de las Heras, esta segunda opción respondía mucho mejor a la situación del partido y aseguraba su crecimiento en las bases. Para el entorno de Blas Piñar, era mucho más importante priorizar una sede central para reforzar el peso de esa misma dirección. A 30 años vista de aquella polémica, no tenemos más remedio que recordar la lucidez de Juan Ignacio y de Pepe de las Heras. Sin embargo, la discusión (que, en el fondo, era estratégica) generó una primera fisura interior en el partido, especialmente en la Delegación de Madrid que, finalmente, seis meses después, desembocó en la ruptura de 300 militantes madrileños y la Delegación vallisoletana. Así nació el Frente de la Juventud.
Era evidente que entre el FNJ barcelonés (que había logrado extenderse a Gerona, Zaragoza, Navarra, Asturias, etc.) y el FJ, necesariamente debía de operarse una aproximación. Ésta fue imposible mientras el FNJ estuvo dirigido por Ramón Graells Bofill que no estaba dispuesto a integrarse en una dirección en la que, sin duda, ocuparía un lugar secundario. Tras la ruptura del FNJ, el sector mayoritario (y todas las delegaciones) esta organización se integró en el FJ a principio de 1979 y, como tal, participamos en el Primer Congreso del Partido ese mismo año. De ese congreso, surgió una nueva dirección en la que Juan Ignacio Rodríguez ocupaba el cargo de Secretario General, José de las Heras fue elegido presidente del partido .


En aquel momento, el Frente de la Juventud era el grupo patriótico extraparlamentario más potente. Con buenas relaciones de amistad y camaradería con la Primera Línea de Falange y dotado de una dirección con amplia experiencia política y militante. De hecho, la riqueza del FJ eran sus militantes, siempre dispuestos a cualquier sacrificio y a la aventura más arriesgada para tirar adelante la organización. La edad media no superaba los 25 años y buena parte de la militancia estaba formada por chicas.
No vamos a mitificar aquella época: se cometieron errores, tanto de dirección como de táctica; en nuestro descargo podemos decir que todos, incluidos los dirigentes del FJ éramos excesivamente jóvenes, carecíamos de suficiente experiencia política y, por lo demás, procedíamos de una organización en la que no existía ni formación política, ni técnica de la militancia. Así pues, debíamos de partir casi necesariamente de cero.
Eran los tiempos en los que la “euroderecha” concentraba al MSI, al PFN francés y a FN. A medida que el FJ fue avanzando en su trayectoria resultaba evidente que la organización tenía un techo limitado en tanto que “organización juvenil”. Fue entonces (hacia finales de 1980) cuando concebimos la posibilidad de transformar al FJ en un partido. A partir de entonces, hubiera sido posible converger en un “Frente Nacional” con la organización de la que habíamos salido y con los falangistas de la Primera Línea.


El asesinato de Juan Ignacio y su contexto histórico

Desgraciadamente, ya no hubo tiempo para nada más. La primera delegación del FJ desarticulada fue la barcelonesa. Resultaron detenidos una veintena de militantes y nosotros mismos tuvimos que partir para un largo y azaroso exilio. De todas formas, dado que los delitos de los que se nos acusaba –manifestación ilegal- no eran objeto de persecución en otros países y, por tanto, no había riesgo de extradición, seguimos viajando por todo el mundo, teniendo como base París, con nuestro propio pasaporte. Sin embargo, el 17 de noviembre de 1980, determinado servicio de seguridad español hizo llegar unos informes intoxicadores a la policía francesa en la que nos acusaba de haber cometido atentados criminales en Francia. Dichos informes, completamente falsos, no fueron tomados en serio por los servicios de seguridad franceses, pero si llegaron al Partido Comunista de Francia, el cual, a través de su ominoso diario “L’Humanité”, compendio de falsedades, infamias y mentira, aireó que nos encontrábamos viviendo en París y que habíamos cometido atentados en Francia.
A raíz de este episodio, vimos nuestra libertad reducida en el vecino país, debimos entrar en la clandestinidad más rigurosa y abandonar Francia durante una temporada, alejándonos del teatro español. Menos de un mes después, ya fuera de Francia, nos llegaba la noticia del asesinato de Juan Ignacio y poco después la detención de José de las Heras y de una treintena de militantes del Frente de la Juventud. Esa operación liquidó completamente en pocas semanas, a lo esencial de la organización, que afrontó los graves sucesos del 23-F con la totalidad de sus cuadros en la cárcel o en el exilio.
Quedan, por supuesto, muchas cosas por decir y buena parte de ellas, no nos corresponde a nosotros, sino a quien las vivió más de cerca. Está claro que, han pasado 25 años, un cuarto de siglo y que no todos los protagonistas de aquellos sucesos, están dispuestos hoy a hablar públicamente, ni siquiera, en algunos casos, a reconocer que militaron en su juventud en una organización “políticamente incorrecta”. Mensaje enviado para el que lo tiene que recoger.
El asesinato de Juan Ignacio no fue un incidente aislado o una casualidad: sino que hay que inscribirlo dentro de la oleada represiva que sufrió el FJ en apenas unas semanas. Para los que estábamos militando en aquella época, era evidente que el FJ era vulnerable y que podía haber sido desarticulado un año y medio o dos antes, sin embargo lo fue en un momento muy concreto de la historia de España. Algunos fuimos afortunados: pudimos regresar del exilio y ser exonerados de todas las acusaciones que pesaban sobre nosotros; otros debieron prolongar durante más años su exilio o los años de cárcel y, finalmente, Juan Ignacio, resultó asesinado.
En estos párrafos, hemos sintetizado el marco histórico-político en el que tuvo lugar el asesinato de Juan Ignacio. Insistimos: no nos corresponde a nosotros, decir lo que queda por decir. A quien le resta hablar, apelaremos a dos valores: el honor y la lealtad. El honor consiste en hacer aquello que estamos obligados a hacer por nuestra condición o situación; la lealtad es el mantenimiento de lo que se ha asumido. Sinceramente, creo que Juan Ignacio se merece algo más que el silencio vergonzante.


Mi visión personal de Juan Ignacio
La primera vez que conocí a Juan Ignacio fue durante un mitin de Blas Piñar en el Palacio de los Deportes de Barcelona. Coincidió con el “Día de Andalucía” y los grupos de la izquierda radical intentaron aproximarse al lugar del mitin. Nosotros respondimos abriendo los maleteros de los coches y distribuyendo los cócteles molotov y las barras de hierro; por su parte, Juan Ignacio y la Sección C, respondió de la misma manera. Miré a ver quien dirigía el grupo y entonces me lo presentaron. Inmediatamente nos pusimos de acuerdo: unos defenderían el acceso al Palacio de los Deportes por la calle Lérida y otros se adelantarían hasta percibir el riesgo de la manifestación izquierdista. En aquellos momentos de tensión (en el interior del local unas 5000 personas escuchaban a los oradores) todos respondimos como se esperaba de militantes políticos. La exaltación del combate, la seguridad en nuestra propia gente, el saber que no íbamos a dar un paso atrás, la sonrisa en los labios, crearon en nosotros una sensación de hermandad. En los años siguientes, tuvimos ocasión de reforzar ese criterio.
De hecho, solamente he considerado dos jefes políticos dignos de tal nombre, en mi vida de militante político. Uno de ellos era Juan Ignacio. Tenía una intuición extrema, sabía mantener la discreción de aquello que debía permanecer al abrigo de curiosos, era un líder con energía suficiente como para sacar lo mejor de sus camaradas, su carácter era amable, fraterno, entrañable para sus camaradas; se advertían estos valores desde que se estrechaba su mano: la extendía siempre y la apretaba transmitiendo su vigor, acompañaba ese gesto adelantando la otra mano y chocándola con el otro brazo del interlocutor, aumentando la sensación de camaradería. Era un militante valiente en la acción, consciente de los riesgos y de hasta donde podía llegarse, nunca sometió a la militancia a situaciones en las que no estuviera seguro de que íbamos a salir airosos. Era un buen táctico y su perspicacia política le hacía intuir por donde podían venir los riesgos y cómo protegerse de ellos.
En una organización militante como el FJ, lo más importante eran las relaciones humanas. Juan Ignacio, en esto era el perfecto militante, animaba las veladas en los bares hasta altas horas de la noche, después de largas pegadas de carteles; todos siempre encontrábamos en sus palabras algún motivo para animarnos; las carcajadas, francas y rotundas, en torno a interminables jarras de cerveza, hicieron que la amistad y la camaradería fueran en el FJ el cimiento que garantizara la cohesión vincular de la organización.
Lamenté mucho el asesinato de Juan Ignacio. Sobre todo lamenté no poder estar cerca de mis camaradas, cuando me llegó la noticia de su asesinato, encontrándome alejado a 6.000 km de la Patria. Desde no importa dónde, llamé a la sede de Madrid, me contestó Beatriz, confirmándome la tragedia. No era la primera vez que me habían comunicado el asesinato de un amigo y camarada, pero puedo juraros que experimenté una sensación de rabia como nunca antes había sentido.
En el XXVº Aniversario del asesinato de Juan Ignacio


Una de las pocas alegrías políticas que he recibido estos últimos años, ha sido la noticia de la constitución de la Comisión de Homenaje en el XXV Aniversario del Asesinato de Juan Ignacio. Algunos no nos avergonzamos de lo que dejamos atrás. Hemos, indudablemente, evolucionado políticamente. Muchos, lamentamos algunos de los episodios que vivimos en el pasado y, simplemente, lo único que podemos decir como justificación es: “éramos jóvenes, demasiado jóvenes”. Pero lo hecho, hecho está y ni vamos a silenciarlo, ni vamos a ocultarlo, ni vamos a negarlo. Fuimos militantes del Frente de la Juventud hace 25 años. Algunos evolucionamos hacia otras posiciones. Evolucionamos, no traicionamos.
Creo que en este XXVº Aniversario sería preciso no perder la perspectiva de lo que se pretende: en lo personal, yo recuerdo a Juan Ignacio con mucha frecuencia. Creo que con él presente, la evolución de nuestro ambiente político hubiera sido distinta y creo que pertenecía a una raza de líderes y militantes, desgraciadamente hoy ausente. No sé si hubiera evolucionado hacia las posiciones de “autonomía histórica” que hoy sostenemos algunos exmilitantes del FJ. Lo que sí sé es que Juan Ignacio hubiera seguido siendo nuestro entrañable amigo y camarada.
Y esto es lo que no podemos olvidar: que su asesinato sigue impune. Veinticinco años son muchos años para la impunidad. Este aniversario debería de servir para que los que fuimos sus camaradas entregáramos al Ministerio de Justicia y al Ministerio del Interior, dos peticiones para la reapertura de las investigaciones y, sobre todo, una explicación de por qué éste sigue siendo EL ÚNICO CRIMEN POLÍTICO IMPUNE DE TODA LA TRANSICIÓN.
Yo quiero saber quién asesinó a Juan Ignacio Rodríguez González. Quiero saber por qué fue asesinado. Y no me importa en absoluto tener que dar el paso al frente. Así que pido a otros camaradas que deberían darlo también, seguramente antes que yo, para que recuerden los valores de honor y lealtad que un día hicimos nuestros y que todavía hoy, probablemente, nos mantienen en pie en un mundo que no es como el que ni nosotros ni Juan Ignacio quisiéramos.
Insisto, creo que Juan Ignacio se lo merecía y que los aniversarios deben servir, además de para reunir a sus antiguos camaradas, para EXIGIR la reapertura de la investigación hasta dar con quienes ordenaron el asesinato.
Este crimen no puede permanecer impune por más tiempo.


“Gracias por tu ejemplo.Que Dios te dé su eterno descanso y a nosotros nos niegue el descanso hasta que sepamos ganar para España la cosecha que siembra tu muerte.”José Antonio (10/02/1934)

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martes, 13 de noviembre de 2007

LA VIOLENCIA




No voy a entrar aqui a matizar quien tuvo la culpa del incidente del pasado Domingo en el metro de Legazpi.Quiero pensar que con el estilo que nos caracteriza,simplemente repelimos una accion violenta y que como siempre...ganamos.A nosotros no nos gusta la violencia,preferimos la palabra,porque sabemos que con esa palabra podemos llegar a convencer hasta nuestros enemigos y como una vez dijo José Antonio en las Cortes:


"Esto es tan importante, Sr. Prieto, que, ya le digo, yo no me hubiese dedicado para nada, no a usar la violencia, sino ni siquiera disculpar la violencia, si la violencia no hubiera venido a buscarnos a nosotros.

Yo le aseguro al Sr. Prieto que cuando la primera vez oí detrás de mi coche el estampido de un petardo; que cuando la segunda vez supe que habían tiroteado un coche porque tenía casi el mismo número que el mío, y cuando he empezado a tener todas esas amenazas que justifican el, a juicio de la Comisión, terrible delito de que tenga seis especies de artes ancestrales, de grandes armatostes, tal vez inservibles para defenderme; cuando oí la primera vez el petardo; cuando supe después lo de esos tiros y lo de las amenazas, sentí dos cosas: la primera, el que los tiros me pudieran dar (desde luego reconozco que no tengo el más mínimo gusto en apresurar la apertura de mi «ab intestato»); la segunda, "que el día que me encontrara en los cielos con el metalúrgico, el carpintero o el campesino que me hubieran pegado los tiros por la espalda, en cuanto tuviéramos diez minutos de conversación, el metalúrgico, el campesino o el carpintero se convencerían de que, se habían equivocado al dirigir esos tiros."

Es verdad,que la violencia siempre nos busca.No es menos verdad que Dios nos ha dado la virtud de saber repelerla y con todo y con eso los que tenemos la oportunidad de usarla,siempre nos intentamos regir por las pautas que nos marcó Mussolini cuando decia:"si nuestra violencia resuelve una situacion gangrenosa es moralisima,sacrosanta y necesaria.Nuestra violencia debe de tener caracteres especificos fascistas:la violencia de 10 contra 1 hay que repudiarla y condenarla.La violencia sin razon mas aun.Hay una violencia que libera y una violencia que encadena,una violencia que es moral y otra que es inmoral y estupida.Debemos adecuar la violencia a la necesidad del momento y no hacer de ella una escuela,una doctrina o un deporte"

De llevar estas pautas al extremo,esta nuestra historia llena.El Domingo,la violencia de 10 contra 1 era contra nosotros.La violencia sin razon era de ellos(iban a reventar un acto legalizado),la violencia estupida tambien y lo que se hizo fue adecuar la violencia a la "necesidad del momento".Con esto no quiero decir que no lamente la muerte del chaval de 16 años.La lamento profundamente(tengo hijos de esa edad) y espero que con lo que significa para nosotros esta frase,lo haga:Descanse en Paz.La lamento y lo siento,pero no puedo estar de acuerdo con algunos comunicados oficiales de nuestras Organizaciones,que dicen que "lamentan y condenan el acto sean cuales sean las circunstancias".No.Las circunstancias obligaban a usar la violencia y el resto fue un accidente.Yo lo lamento,pero no lo condeno y si el proceso de las investigaciones dicen lo contrario a lo que en un principio parece que es asi,entonces si,lo lamentaré y lo condenaré.Y si no parece ser que es como yo lo estoy exponiendo leer la version de un inmigrante testigo de los hechos:"según el testimonio ofrecido en algunos medios por una mujer inmigrante, unos diez jóvenes “antifascistas”(literal), algunos de estética skinhead red (Cabeza rapada comunista), agredieron a otro joven en la parada de metro de Legazpi. Al acabar el tumulto los agresores huyeron por las escaleras gritando “Libertad y Venganza” dejando dos cuerpos tendidos en el suelo. Al parecer el de un menor antifascista de 16 años y el del agredido un militar de 24."Y lo que me parece mas lamentable es que ante nuestra hipocresia estemos permitiendo el linchamiento mediático que se está haciendo contra nuestras organizaciones y el joven soldado.

En lo que sí estoy de acuerdo(de ahi los dos carteles que salen al principio) es en la irresponsabilidad de las fuerzas convocantes.¿a donde hemos llegado para convocar dos manifestaciones con el mismo lema en dos sitios distintos de Madrid?.Con el mismo cartel.Yo si no hubiera trabajado hubiera querido ir a las dos.¿como lo hubiera hecho?.Me hubiera tenido que decidir por una,con lo que la fuerza de repeler cualquier agresion hubiera quedado menguada.No por mi,si no en un 50% de gente que le ha pasado lo mismo.Los dirigentes de las siete mil organizaciones que por desgracia tenemos, deben de reflexionar y saber que en sus manos esta la seguridad de un grupo de militantes que por su condicion obedecen,pero que si pasa algo ellos son los responsables y no el grupo que nos intente agredir.Recordad las reflexiones de Jose Antonio cuando asesinaron por la espalda al estudiante Matias Montero.

Por eso yo pido desde aqui reflexion.Camaraderia .Sentido comun y sobre todo respeto para la militancia.Desde aqui y ante el error del Domingo pasado(me refiero a las convocatorias) y a los que teneis un minimo de responsabilidad en las Organizaciones,os pido generosidad a la hora de escuchar a lo que un grupo de personas hemos llamado los Grupos de Presion Patriotica que no hemos nacido con la intencion de crear un nuevo grupo,sino con la intencion de intentar aunar las fuerzas, para que esto no vuelva a suceder y sobre todo,para que algo mas grave vuelva a pasar.Estos Grupos de Presion Patriotica,solo tenemos nuestra ex-militancia,nuestro sentido comun y nuestra intencion de no seguir en casa.Ya sé,que nos vais a decir que hay infinidad de opciones donde militar,pero todos esos GPP's,estamos entre los 40 y los 50 años y no queremos volver a entregar todo por nada.La pelota esta en vuestro tejado.

lunes, 12 de noviembre de 2007

VIVA EL REY(CON MATICES)



Me ha mandado un articulo sobre el incidente de la ultima cumbre iberoamericana,mi amigo y camarada Jose Pedro.Por su interes lo transcribo literal y os dejo la direccion de su pagina para que podais leer otros articulos de Bunker. www.patriotas.es
Búnker escribió:
En nuestra españa (la minúscula es obligada), de Pin y Pon, en nuestro país de pandereta, en este reino de Taifas, que algún día se llamó España, en cuyo imperio no se ponía el sol; (era nuestro País una nación respetada, muy respetada, y cuando no, temida); pues en esta españa de ahora, los hechos heroicos han de ir en consonancia con el país al que representan.
La España grande tuvo que tener Numancias, Lepantos y 2 de mayos. La España grande tuvo que conquistar Granada, expulsar a los judios y hacer la conquista de América.La España grande consiguió desembarcar en Alhucemas, batirse en las estepas y en Possad, o conseguir la Gesta del Alcázar, pelear en Breda o en Filipinas y emplazar nuestras banderas para que flamearan con orgullo en medio mundo.
Ahora por contra... tenemos lo que corresponde a esta ex-paña que entre todos nos hemos dado. Aún están trémulas mis piernas por aquellos hechos heroicos que narraba el Federico Trillo cuando decía: "Al alba, y con un tiempo duro con viento de levante de 35 nudos..." y ya vislumbro un nuevo hecho heróico.Efectivamente fue la conquista de Perejil, extrapolando las grandes gestas a la época actual; algo similar a las batallas de la armada invencible, o a la más alta ocasión que vieron los siglos.Lepanto en épocas grandiosas, Perejil en... bueno, pues eso, ahora. Y de verdad que se me erizaron los vellos de mi cuerpo cuando vi la bandera de España ondeando sobre esa isla de la que muchos casi no sabíamos nada; vi un hecho de armas del que me sentía orgulloso, orgullosito, orgullosín. Bueno, orgulloso en la medida que se puede sentir orgulloso alguien en esta época de tibios, de apátridas, y porque no decirlo de hideputas.
Yo me siento, soy, profundamente republicano; básicamente porque en la España actual (me duele seguir poniendo España con minúsculas) una persona seria, honesta y patriota no puede ser nada más que republicana, pero me llaman la atención algunos hechos recientes, a saber:
El rey de España tiene otorgada por la legislación española una función; la del poder moderador de la Corona. A este rey de opereta y chirigota le dicen lo que tiene, o lo que puede hacer; es además el superior jerárquico y jefe supremo de nuestras fuerzas armadas; (y no debía serlo sólo para presidir desfiles). Esa carencia tremenda de funciones; y de pantalones para ejercerla, ha conllevado que las faltas de respeto para el monarca y por ende a aquello que representa sea constante, su figura ha sido vilipendiada por separatistas e independentistas que queman sus fotos junto a la bandera rojigualda. Es dificil conseguir que se respete a aquel que no se respeta a sí mismo, a quien se lleva su sueldo sin trabajar, y a quien pretende luchar contra la inmigración tan sólo elevando las tasas de natalidad de los miembros de su árbol genealógico.
Somos muchos los que vista la dejadez existente por parte de nuestra Corona, esperábamos en breve, verle ir a la misma agencia de viajes a la que fue su abuelo; para sacar el mismo billete y realizar la misma ruta turística que inició un lejano mes de abril. Pero sorprendentemente parece que el actual Borbón se resiste; no sabemos si por propia voluntad, o por deseo expreso de sus encargados de marketing, que intentan reflotar la figura de D. Juancar. (El democrático rey).
Y quizás por eso recientemente, el Borbón y Sra. se desplazaron a Ceuta y Melilla cuando la Corona no se había atrevido nunca a sentar sus Reales en dichas plazas. Eso ha hecho que se indignen los Alahuitas y al mismo tiempo y "sensu contrario" a que se hayan visto multiplicados por mil los apoyos al rey, no sólo en esas ciudades sino en el resto de España que ven con simpatía todo aquello que pueda molestar a los Hassanes, nuestros enemigos naturales.
Ese hecho de la visita de los Reyes a España; (Sí Pepiño, a España y no a Marruecos), en los territorios de Ceuta y Melilla, es comparable con los grandes hechos ocurridos en Sidi-Ifni. (Recordemos que seguimos comparando hechos de una España grande con los de una España microscópica dónde los hechos heróicos se miden en Micras)
Y apenas acallados los hechos de las africanas ciudades Españolas, de repente salta a la luz pública que el Rey de España, como un auténtico héroe en una descamisada del siglo XV, batiéndose cuerpo a cuerpo y por derecho, le planta cara al Gorila Rojo, y le dice un contundente, TÚ TE CALLAS. Mientras tanto el apátrida Zapatero, es capaz de seguir haciendo ademanes de talante, y sin perder la compostura, pretender, ralentizando la voz, apretar esfínteres por si por un casual se le escapaba en el mejor de los casos, digamos, un pedito.
Ayer por un momento todos los patriotas fuimos Juan Carlos, cuando con un dedo, en un gesto serio, pretende cual insigne pedagogo enseñar modales al dictador venezolano.Debía enseñarle modales por varias razones, a saber:
1. Primero por insultar a los fascistas llamando fascista a José María Aznar.
2. Por insultar a nuestro antiguo presidente de Gobierno. Puesto que insultándole a él se insulta a España.
3. Por insultar a España en la persona de nuestro presidente actual, cuando incumpliendo las más elementales normas de corrección internacional y diplomática, se ofende e interrumpe a Zapatero. Y mientras tanto Zapatero y Moratinos con la sonrisa bobalicona de un drogata sodomizado; sin decir nada, sin pundonor, sin empaque, sin orgullo y sin verguenza.Cuando el Rey se levanta y se marcha en un elemental y mínimo saber estar, ante los insultos de Chávez y de Ortega, toda la representación española debía haberse levantado y haber acompañado a su monarca.
Ayer si bien nos avergonzamos una vez más de nuestro presidente, nos sentimos orgullosos durante unos segundos de nuestro Rey, que en una balandronada sin precedentes plantó cara al sátrapa de Chávez y realizó un desplante heroico comparable con Cortés cuando quemaba sus barcos. Tan sólo diferentes ambos hechos, en la variable de la pretérita grandeza de la Patria.
Dicen las malas lenguas que el rey bebe; no me refiero a agua, sino a otro tipo de bebidas más espirituosas, y que ayer, había realizado un uso social de la bebida previo a su intervención en la cumbre iberoamericana. Pues quizás, no lo descarto, pero lo que si es evidente, es que bebido o no, Juan Carlos tiene más cojones que Zapatero hasta borracho. Ya veremos si las palabras del rey traen cola, ya veremos si José Luis Carod Rovira no salta defendiendo al gorila, y es que ya se sabe, entre primates anda el juego. No descartemos que Zapatero pida perdón en nombre de España, por que nuestro rey haya ordenado callar al vociferante representante Iberoamericano. (Hasta ahora íntimo Zapateril)
En cualquier caso, la figura del rey ha salido fortalecida, e incluso yo, republicano ferviente, por unos segundos me he levantado como un resorte diciendo: ¡ Con un par de huevos, ese es mi rey ! :
En una cumbre de Hispanos
Que en Chile se celebraba
Con movimiento de manos
Un mono nos insultaba.
Zapatero se humillaba
y le mudaba la voz
mientras Chávez nos faltaba
y nos soltaba su coz.
De repente entre las gentes
que en la cumbre debatían
atronó con voz potente
¡vive Dios! la monarquía.
Y Ajustándose el coleto
y ciñendose el morrión
le dijo muy pizpireto
nuestro ilustre rey borbón
mientras le enseñaba un dedo
al ofensor desta Españal
a palabra no te cedo
¿Porqué no callas? Canalla.
Ante la ofensa tamaña
ya no es el rey del desfile
Pues ¡Santiago y Cierra España!
hoy es Santiago de Chile.
Hoy me he sentido orgulloso
de Juan Carlos de las Jons
luchando como en los tercios
Otro tercio,... sin alcohol.
Si nuestro rey siempre fuera
un digno representante y
no fuera una quimera lo de España, por delante...
Hoy muchos te apoyarían con los dientes, o con piedras.
Pero si eres flor de un día
Pronto serás Juan sin tierra.
Búnker.




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martes, 6 de noviembre de 2007

QUIERO SER DE IZQUIERDAS









Transcribo un articulo publicado en un periodico de zaragoza hace un par de años.Es bueno:






He descubierto que para ser feliz tienes que ser de izquierdas. Los de izquierdas son, somos, solidarios, generosos, altruistas, progresistas, intelectuales, somos élite y, a la vez, gente del pueblo, pacifistas, luchadores por la libertad, tolerantes con todo y con todos, menos lógicamente, con los que no piensan como nosotros, y como consecuencia de todo esto, siempre tenemos la razón.



Por ejemplo, si perdemos una votación, la repetimos porque evidentemente, es un error. Si organizamos una manifestación el día de reflexión en unas elecciones contra la derechona no es un golpe de estado, es el pueblo que habla; si los israelíes matan al líder de un oprimido pueblo palestino es un asesinato atroz, pero si los palestinos matan a una judía embarazada y a sus cuatro niños, es una acción a enmarcar dentro de un difícil contexto. Si en Estados Unidos existe una intolerable pena de muerte es porque son unos fascistas, pero si el comandante Fidel fusila a sus enemigos políticos en el paraíso cubano es porque algo habían hecho, y además, la culpa es del imperialismo yanki; y desde luego que todos apoyamos al cantante de U2, que es tan de izquierdas que el tío siempre esta pidiendo ayuda para el tercer mundo a los gobiernos occidentales, aunque se haya comprado el ático mas caro de Dublín. Por todo esto, y mucho más, es por lo que yo también quiero ser de izquierdas, pero resulta que tengo que trabajar setenta horas a la semana para mantener mi pequeña empresa y sus cinco puestos de trabajo, y no tengo tiempo para ir de cooperante a Nicaragua. Pido perdón.

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