viernes, 30 de marzo de 2012

¡Yo aviso!

Aviso a Seat, Renault, Vw, Ford, Opel… de que he reparado mi viejo coche y que ya he descartado completamente cambiarlo. Aviso al BBVA, Santander, La Caixa, Kutxa…de que he renunciado a aquella compra que tenía pensada y que no necesitaré ya pedir ningún crédito. Aviso a Bimbo, Danone, Nestlé, Campofrío, Henkel, Fairy, Ariel... de que me he convertido en un experto en marcas blancas, que son las únicas que llenan ahora mi carro.
Aviso a El Corte Inglés, Inditex, Cortefiel, Hispanitas....de que ya solo compro ropa en outlets o en rebajas. Ah! y que conozco todas las modistas de arreglos de mi barrio. Aviso a Cepsa, BP, Repsol, Shell, Petronor, Avia… de que me acostumbré a conducir despacio cuando la limitación a 110 y que ahora paso de largo por muchas gasolineras. Y, por supuesto, en los viajes largos uso el bus.
Aviso a Prisa, Vocento, Mediapro, Mediaset, Euskaltel y Movistar que la TV de pago ni siquiera la tengo como opción y que he descubierto que se vive perfectamente sin comprar todos los días todos los periódicos. Aviso a las cadenas Barceló, Sol, Zenith, Meliá… de que ya he reservado plaza en un camping para este verano en lugar del hotel de playa de los pasados años.

Soy un privilegiado. Tengo un buen sueldo, excelente en comparación con el de la mayoría de mis amigos, así que estas decisiones no son nada comparadas con las que, sí o sí, han de tomar ellos y otros muchos millones de consumidores. Porque -señores- no olviden que austeridad es NO COMPRAR.
Quienes hoy aplauden entusiasmados esta reforma laboral que precariza los empleos, que expulsa a la clase media del mercado, que destroza la esperanza de los jóvenes más preparados que miran al extranjero como hicieron sus abuelos, mejor harían en no recalentarse las manos con tanta ovación porque tal vez las necesiten para cavar con ellas la tumba de los negocios que hasta ahora les hicieron ricos.

Quien paga sueldos nimileuristas no puede ser tan tonto como para creer que el resto de empresas no harán lo mismo que él y que, por lo tanto, al cabo no habrá consumidores capaces de comprar lo que él tanto necesita vender. Es obvio. Falta solo saber cuánto tardarán en darse cuenta y a cuánta gente habrán destrozado para entonces.
Aviso de que mi huelga particular empezó antes del 29 y que se prolongará mucho después. ¿Y la de usted?

jueves, 29 de marzo de 2012

Éste Blog hoy está de Huelga General. ¿Por qué no?. Por Juan Antonio Llopart


Hay varios y variopintos motivos por los que se puede apoyar o no esta Huelga General. Me he reído con algunos, y con otros me han entrado ganas de llorar, evidentemente, por pena. En nombre de un cierto antimarxismo trasnochado, de un patriotismo hueco o en nombre del vacío argumental más absoluto se hacen llamamientos a la no participación en la Huelga. Pero se puede resumir en un punto: Los sindicatos son unos estafadores y yo no apoyo la estafa. Este punto es asumido claramente por mí, yo no apoyo la estafa, es más la denuncio, pero en ningún caso se puede callar ante la injusticia y cruzarse de brazos mirando hacia otro lado ante las leyes regresivas en derechos que nos han impuesto.
El no a la Huelga General es, en muchos casos, una excusa ante la incapacidad operativa de actuar abiertamente contra la Reforma Laboral, o lo que es más grave, en algunos casos, el no a la Huelga, es que se apoyan, en parte o en su totalidad, las medidas aprobadas por el Gobierno, ya se sabe, para algunos “siempre hay que apoyar al empresario”. Pero vayamos a los concreto.
¿Significa apoyar esta Huelga General apoyar a los sindicatos convocantes? Rotundamente no. Más al contrario, esta Huelga General debería servir para plantar cara a los sindicatos amarillos (UGT, CCOO, USO…) y expresar nuestro total rechazo a ellos. Así es, deberíamos de señalarlos como una las principales piezas del engranaje causante de la crisis; deberíamos, ante los trabajadores, en activo y en paro, acusarles de complicidad con el capitalismo a cambio de subvenciones y tratos de favor; deberíamos de desenmascararlos ante los trabajadores como parte esencial para que el capitalismo ejecute una Reforma Laboral antiobrera, ultraliberal y que niega derechos conquistados durante décadas. La Huelga General, debería de ser la ocasión perfecta para expresar nuestro rechazo a las maniobras del capitalismo y al amarillismo sindical a su servicio.
Los sindicatos amarillos han estado callados durante meses, meses en los que se estaba gestando la crisis que padecemos, una crisis que iba madurando y extendiéndose como un virus conocido e identificado pero que interesaba que se expandiera. Con él han venido los recortes en Sanidad, en Educación, los miles y miles de parados, los desahucios, las miles de empresas cerradas… y también, las ayudas a los Bancos, y esta Reforma Laboral del Capital; mientras los sindicatos iban poniendo la mano, exclamando algún berrido para justificarse, y exigiendo, como no, mantener sus intereses (subvenciones, liberados).
Pero señalar a los sindicatos amarillos como parte del problema, no nos debe de cerrar los ojos ante las Reforma Laboral antiobrera orquestada e impuesta por el Capitalismo más salvaje. Esta Reforma Laboral nos demuestra que es una reforma dirigida para beneficiar aun más a los que ostentan el poder económico para que sigan generando y acumulando beneficios a costa del pueblo trabajador. La Banca sigue obteniendo beneficios (y ayudas del Estado); los empresarios consiguen las medidas que desde hace años estaban reclamando. Los autónomos y pequeños empresarios están siendo condenados a desaparecer, o a malvivir en pésimas condiciones, sin que nadie les preste la atención que se merecen. El pez grande debe de seguir engullendo a los peces pequeños.
Ante ello, no basta con una Huelga General en la que los sindicatos amarillos desfilaran junto a todas las sectas ultraizquierdistas que se acoplen a ellos para vender cuatro boletines reclamando la Dictadura del Proletariado o para hacer cualquier proclama alejada de la realidad social. No basta salir a la calle, a hacerse la foto y soltar la soflama contra el gobierno. De nada sirve el piquete macarra, ni las viejas banderas al viento de revoluciones fracasadas que siempre han acabado aliadas a los intereses capitalistas. Es preciso, es imperativo, la movilización constante, la presión popular contra los auténticos culpables de la crisis y sus cómplices. Es fundamental unificar luchas, actuar solidariamente, levantar la cabeza y ser creíbles en nuestras reivindicaciones. Solo conseguiremos nuestros objetivos apartando a parásitos, alborotadores y sectarios de todo pelaje de nuestro lado; estando unidos y teniendo claro cual es nuestro enemigo a denunciar y a combatir.
Esta Huelga General debería de ser un punto de partida. En efecto, pero mucho me temo que no lo será. Como siempre, lo Social, lo Sindical, quedará arrinconado en las actuaciones de los Nacionales, como mucho, alguna arenga populista sobre el obrero mezclada con cuestiones ajenas a lo laboral. Los discursos y las disculpas de siempre. Nos han arrebato la lucha Social y nuestra reacción es no querer reconocerlo, siendo lo peor de todo, el no pretender luchar por copar, al menos, una parte de esa lucha. Lo lamento, pero es así, para algunos es mucho más fácil, convocar acciones para provocar a los “marxistas”; organizar tertulias eternas sobre los motivos de las visitas del Marques de Estella a París; celebrar conferencias sobre el bigote más celebre del siglo XX o conciertos llenos de símbolos pero carentes de estilo; incluso hay algún mamón que se atreve a calificar como infiltrados a aquellos que priorizan la lucha Social a la Nacional –aunque también la tengan presente-. Hay quien, anclado en algún punto de la historia, sigue presto a combatir la lucha de clases de inspiración marxista; lo siento, pero la lucha de clases ya no existe, existe, eso sí, la lucha entre revolucionarios y adoradores del Sistema; la únicas clases que hay, son la de quien posee junto al que sueña con poseer, y quien solo desea poseer Dignidad; alguno olvida que la otrora izquierda revolucionaria encabezada por “pecés” y “soes”, participa activamente en el espíritu de la “gauche divine” abrazando la economía de mercado como cual fan de Georges Soros, Sheldon Adelson, o el trotskista Roures.
Esta huelga general podría haber sido un punto de partida. Pero no lo será. Los que apostamos abiertamente por el combate social –sin abandonar el combate nacional, cultural, ecológico- seremos, como ayer, considerados unos “rojos” o unos “acomplejados”, seremos una parte pequeña de los nacionales, pero una parte pequeña que asumimos nuestro compromiso SOCIAL con mayúsculas, porque lo nacional sin los Social no es más que Derecha rancia; los nacionales que tenemos muy clara nuestra lucha social, no vamos a hacer de mamporreros de esa Derecha rancia, ultraliberal y apátrida; pero que nadie se equivoque, tampoco lo seremos de esa clase sindical traidora, demagoga y también, apátrida; en todo caso seremos quienes desde lo Nacional combatiremos por lo Social denunciado a quienes usurpen las banderas de la Revolución Nacional, prostituyéndola, y a quienes desde la Revolución Social pretenden usar a los trabajadores para sus intereses de casta.
Hace casi un siglo que en la plaza San Sepulcro de Milán, en el Círculo de la Alianza Industrial, se redactó un Manifiesto en el que entre otras cosas de decía:
“Participación directa de los ciudadanos útiles en todos los elementos del trabajo. La tierra para los campesinos. Las industrias, transportes y servicios públicos serán gestionados por sindicatos de técnicos y obreros. Eliminación de toda forma de especulación personal.
[…] supresión de todo tipo de especulación de la Banca y la Bolsa.
[…] igualdad de derechos para los ciudadanos de ambos sexos.”
Unos años más tarde en España, otro Manifiesto proclamaba:
“Estructuración sindical de la economía.
Potenciación del trabajo.
Expropiación de los terratenientes. Las tierras expropiadas se nacionalizaran y serán entregadas a los Municipios y entidades sindicales de campesinos
Justicia social y Disciplina social”
Hoy, como hace décadas, esas consignas están ausentes del combate Nacional, y no lo están, como alguno dirá, por obsoletas, lo están por desidia y falta de convencimiento; por carencia de fidelidad ideológica y por ignorancia intencionada. Ignoran, quieren ignorar, la parte sindicalista, la parte socialista de nuestros Movimientos, lo que nos distingue del liberalismo económico, lo que nos sitúa en la Tercera Vía revolucionaria. Aunque vivamos en pleno siglo XXI, los culpables de la crisis son los mismos actores que provocaron, por reacción, el nacimiento de las Alternativas que aunaban lo Nacional con lo Social, un haz nacido de forma justa, revolucionaria y popular. Una Alternativa Nacional que iba acompañada de una Alternativa Social que brotaba de las entrañas de sus impulsores, una Alternativa Social que era antimarxista y profundamente anti liberal y anticapitalista.
No cabe en nuestro lenguaje ni en nuestra actuación el abandono de lo Social, ni cabe en nuestra concepción de Patria la desvinculación social de la misma. Toda acción o idea que no conjugue la Patria con el Socialismo, merece nuestro rechazo y nuestro combate.

miércoles, 28 de marzo de 2012

La Bandera en Vertical: “El grupo de letrados del NPe”

El pasado 10 de Enero el Presidente del Nudo Patriota Español, Eduardo Arias, mantuvo una reunión con varios Letrados y Procuradores de Madrid y Alcalá de Henares. La finalidad de la reunión, a propuesta de un camarada abogado en ejercicio que ha ocupado cargos de relevancia en organizaciones patriotas, era poner en marcha un grupo jurídico que en nombre del NPe promueva cuantas acciones judiciales pueda generar la actualidad política española en defensa de nuestra nación y nuestros valores para evitar que muchas conductas que pueden estimarse como delictivas queden impunes.

El Grupo de Abogados y Procuradores quedó formado, se marcó su sistema de trabajo y coordinación y, además del objetivo señalado en el párrafo anterior, se estableció la intención de amparar jurídicamente no sólo al NPe y a sus militantes en cuantas actuaciones políticas pudieran generarles problemas judiciales sino también, llegado el caso, a otras organizaciones patriotas y sus afiliados que pudieran necesitarlo en un momento dado.

Álvaro Romero entrevista a una parte del grupo de abogados del NPe.



martes, 20 de marzo de 2012

Sobre la unidad falangista. Por Andrés Santo.

Creo que al menos hay dos ideas bien distintas del falangismo. Una, que lo interpreta como la ideología surgida en España desde las raíces del fascismo nacido en la Europa de los años 30. Y la otra, desde una consideración bien distinta basada en una visión digamos –al menos a mi juicio- poco ajustada a la realidad y hasta dudosa de un José Antonio Primo de Rivera que casi podríamos calificar como de “antifascista”.

Es posible que la realidad solo pudiera ser contestada por el propio fundador del movimiento falangista, por lo tanto descalificar a una u otra parte podría no ser lo más correcto, porque podríamos estar faltando a la verdad con una visión sesgada y partidista. Es decir, casi todos coincidimos en que José Antonio Primo de Rivera tenia una concepción humanista y solidaria de la vida, y en que no era un racista, ni un xenófobo. Pero, dicho esto, también estoy convencido que la Falange Española de las JONS de José Antonio Primo de Rivera, Ramiro Ledesma Ramos y Onésimo Redondo, hoy exigiría un mejor control de la inmigración y la preferencia nacional en los derechos sociales para los españoles primero. Por eso, seguramente nos hace falta encontrar un punto de equilibrio entre ambas tendencias y hasta que no se encuentre, jamás se conseguirá una unidad real de los falangistas, que además debe ser ampliada a la de otros grupos y sectores del área patriota en un Frente Nacional.

En este tema, también estoy casi seguro que encontraremos diversas interpretaciones, porque en los textos de José Antonio hay argumentos en ambos sentidos en las distintas etapas de su corta pero intensa vida política, aunque doy por hecho que algunos rescataran aquello del famoso punto 27 y lo de la famosa lucha antifranquista desde la clandestinidad. Sin embargo, la cuestión es ver si somos capaces de estar a la altura de las circunstancias históricas y al servicio de España o al del grupo en el que militamos.

Andrés Santo

PATRIOTAS.ES

jueves, 15 de marzo de 2012

HUELGA GENERAL

El Nudo Patriota Español presenta una simpática campaña de cara a la próxima Huelga General que mañana presentarán Toxo y Cándido Méndez.

Pronto esta campaña estará en las calles de Madrid. Sabemos que esta campaña hará las delicias de mucho ocioso del Facebook que aprovechará la oportunidad para darnos algo de leña pero, le pese a quien le pese… Somos quien somos.

¡Quieren acabar con todo!¡Vuelva General!

jueves, 8 de marzo de 2012

Acude al acto que se celebrará el próximo Domingo 11 de Marzo en Madrid. “No habrá paz sin justicia”

Militantes de La Falange y el Nudo Patriota Español han estado durante toda la semana realizando las correspondientes labores de propaganda en la calle para el acto que se celebrará el próximo Domingo 11 de Marzo en Madrid, en el Hotel Vincci en la C/ Goya, 79.

Una vez más, los activistas de ambas organizaciones han afrontado con sacrificio, ilusión y responsabilidad esta nueva campaña. Campaña que una vez más lleva el mensaje nacionalista español a la calle. Es ahí donde tiene que estar.

A estos activistas nos gustaría que toda la “cibermilitancia internetera” cambiase el muro de Facebook por los muros de las paredes de nuestra ciudad al menos por una sola noche. ¿Os imagináis el resultado?. Esperamos que poco a poco se vayan sumando más activistas dispuestos a dar la cara en la calle para que nuestro mensaje deje de ser virtual y pase a formar parte de lo cotidiano. Solo así conseguiremos crecer.

Si estás interesado en engrosar la lista de activistas de estas organizaciones, te invitamos a acudir al acto del próximo Domingo dónde ambas organizaciones tendrán montado un stand de afiliación e información.

Acto que el NPe convoca, junto con La Falange, un acto político destinado a protestar contra la torpe Administración de Justicia española y contra numerosas resoluciones judiciales que consideramos inexplicables y ajenas a toda idea de equidad y justicia.

El NPe entiende imprescindible para poder ser y actuar como Juez la interiorización de una serie de valores que lleven al Juzgador a dictar Sentencias con sentido común y justicia lo que muchas veces no es posible con la mera aplicación automática de la Ley a la que se acogen nuestros Jueces para dictar resoluciones humana y racionalmente incomprensibles.

El NPe entiende que si bien ni todo lo legal es justo ni todo lo justo es legal hay que hacer un esfuerzo para que todas las Sentencias sean justas más que legales si es que entre uno y otro término no hubiera coincidencia.

El NPe convoca a todos los españoles a iniciar una batalla por una mejor, más rápida, más eficaz, más cercana al pueblo y, sobre todo, más justa administración de justicia y, en este sentido, llamamos a todos los ciudadanos que han sufrido la Administración de Justicia en sus carnes a iniciar la protesta el próximo Domingo 11 de Marzo a las 12 horas en el Hotel Vincci de Madrid (C/ Goya, 79).




Untitled from jmarcos on Vimeo.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Ya se puede leer el cuarto número de El Patriota. La revista digital del NPe.

Ya podéis leer el cuarto número de “El Patriota”. En este cuarto número de la revista digital del Nudo Patriota Español colaboran José Luis Jerez Riesco, Manuel Galiana, Francisco Torres, José Luis Antonaya, José Luis Díez, Eduardo Arias, Manuel Maqueda, Emilio Mariat, José Pedro Cruz y Javier Marcos.

Los artículos de opinión de este cuarto número están especialmente enfocados a la crisis económica aunque no hemos querido dejar de lado el tema que nos ocupará el próximo 11 de Marzo en el Hotel Vincci, C/ Goya, 79 (Madrid) donde celebraremos junto a La Falange un acto bajo el lema “No habrá paz sin justicia”.

Os animamos a leer y difundir “El Patriota”.

Pincha aquí para leer esta publicación

martes, 6 de marzo de 2012

Conquistas sociales del Fuero del Trabajo.Por José Alfredo García Fernández del Viso, historiador.

El Fuero del Trabajo es la primera de las siete Leyes Fundamentales formuladas por el sistema franquista para afianzar y encardinar al mismo entre la sociedad española. Fue formulado por el entonces Ministro de Acción y Organización Sindical, Don Pedro González Bueno y Bocos, entrando en vigor el día 9 de Marzo de 1938, contando con un desarrollo continúo a lo largo de la vida del sistema instaurado por el anterior Jefe del Estado.

siempre mostró una gran preocupación por la justicia social y por el amparo de la sociedad española en el ámbito social.

España en el siglo XX constituía una Patria con grandes dificultades, desde la Restauración las luchas de clases, la penuria económica y la estratificación social constituían el verdadero problema imperante en la Nación Española.

Franco, militar, estadista y posteriormente gobernante ejemplar era consciente de todo ello, imponiéndose desde el primer momento la obligación de devolver al pueblo español el esplendor perdido, recuperar la grandeza que hizo grande a la Nación Española en otras épocas, quizás lejanas, pero muy presentes en su pensamiento. Por ello todo su esfuerzo fue encaminado a realizar de España una gran Nación, sustentada precisamente en los españoles, en las personas productivas, consiguiendo en muy poco tiempo lo que el sistema actual ha arruinado, que es la creación de una clase social desconocida hasta el momento, un nuevo extracto social; la gran clase media española.

Dicha clase media se sustentó precisamente en las consecuencias emanadas de la promulgación del fuero, ya que constituyó un documento realmente avanzado a su tiempo en el plano social, en él mismo se defendía a todos los entes participantes en materia laboral, pero de un modo vehemente al trabajador, como muestra basta leer el punto dos del artículo primero del citado Fuero;

Por ser esencialmente personal y humano, el trabajo no puede reducirse a un concepto material de mercancía, ni ser objeto de transacción incompatible con la dignidad personal de quien lo preste.

O el punto primero del artículo dos; el Estado se compromete a ejercer una acción constante y eficaz en defensa del trabajador, su vida y su trabajo. Limitará convenientemente la duración de la jornada para que no se excesiva, y otorgará al trabajo toda suerte de garantías de orden defensivo y humanitario. Son 16 artículos con varios apartados desarrollados cada uno de ellos, dónde la defensa de la dignidad humana aflora por los cuatro costados.

Mediante el Fuero se intentan organizar todos los entes productivos en uno sólo, dónde patrono y obrero funcionen como una unidad fuerte y sólida, sin perjuicios para unos ni para otros. Lo importante en aquellos momentos era España, dotarla de una organización moderna y novedosa dónde las tradicionales luchas de clases quedasen en el olvido.

Se crean para ello las Centrales Nacional sindicalistas, las cuales servían para integrar por provincias a las distintas organizaciones sindicales existentes, de este modo la multiplicidad de sindicatos con sus derivaciones se acabaron.

Nada más implantarse el Fuero comienzan a verse los resultados, todos ellos no podemos olvidar de nuevo, en pleno conflicto civil, era una ley por la que se regía toda la zona nacional, incrementándose su aplicación a todos los territorios patrios que paulatinamente se iban liberando.

Como vemos el sistema franquista se preocupaba de un modo intenso por el respaldo social del español, no haciendo estériles distinciones que tantos problemas habían causado a la sociedad española a lo largo de los años.

Las conquistas sociales constituyeron el espejo del régimen anterior, el esfuerzo, la abnegación y la fortaleza hacia su consecución fue algo incontestable, dónde lo colectivo primaba siempre sobre lo individual.

Mientras en la actualidad nos hayamos al revés, ya que el porvenir del político y su “pecunium”, es lo que realmente prima, olvidándose que España se encuentra por encima de todas las circunstancias.

No tenemos más que leer con detenimiento la actual Carta Magna de 1978, la cual al entrar en vigor derogó el Fuero del Trabajo, para darnos cuenta de todo ello.

En el título VII, artículo 133, punto dos, dice lo que parte; las comunidades autónomas y las corporaciones locales podrán establecer y exigir tributos, de acuerdo con la constitución y las leyes.

Frente a una constitución recaudadora se levanta un Fuero del Trabajo por y para el trabajador, basándose única y exclusivamente en la productividad, en el artículo VIII, punto 3 del Fuero se dice; el beneficio de la empresa, atendido un justo interés del capital, se aplicará con preferencia a la formación de las reservas necesarias para su estabilidad, al perfeccionamiento de la producción y al mejoramiento de las condiciones de trabajo y vida de los trabajadores.

Bajo el titulo VII, artículo 136, punto uno, de la constitución actual se dice; el tribunal de cuentas es el supremo órgano fiscalizador de las cuentas y de la gestión económica de Estado, así como del sector público.

En su punto tercero; los miembros de este tribunal gozarán de la misma independencia e inamovilidad y estarán sometidos a las mismas incompatibilidades que los Jueces.

Bajo un paraguas constituyente, el sistema actual, crea un nuevo órgano para promoción personal, con escasa actividad pero grandes retribuciones. Frente a él vuelve a situarse el Fuero del Trabajo, sin una sola mención a un nuevo tribunal sino luchando por beneficiar a las familias españolas, así en el artículo XII del mismo, punto 3 dice; reconoce a la familia como célula primaria natural y fundamento de la sociedad, y al mismo tiempo como institución moral dotada de derecho inalienable y superior a toda ley positiva. Para mayor garantía de su conversación y continuidad, se reconocerá el patrocinio familiar inembargable.

Como vemos todo ello en clara contraposición a nuestra realidad actual.

El artículo 40 del capítulo III de la constitución actual dice; Los poderes públicos promoverán las condiciones favorables para el progreso social y económico y para unadistribución de la renta regional y personal más equitativa, en el marco de una política de estabilidad económica. De manera especial realizarán una política orientada al pleno empleo.

Comprobamos como de hecho es así con prácticamente 6 millones de parados en situación de clara exclusión social.

Ante ello el Fuero en su apartado III esgrime con toda clarividencia las ideas del sistema franquista, así en su punto uno se redacta; la retribución del trabajo será, como mínimo, suficiente para proporcionar al trabajador y su familia una vida moral y digna. Más claro lo deja el punto ocho del artículo primero dónde dice; todos los españoles tienen derecho al trabajo. La satisfacción de este derecho es misión primordial del Estado.

Mientras el artículo 47 de la carta magna actual expone;Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.

Frente a ello el Fuero dice en su punto quinto del artículo primero; el trabajo como deber social, será exigido inexcusablemente, en cualquiera de sus formas, a todos los españoles no impedidos estimándolo tributo obligado al patrimonio nacional.

Gracias al Fuero del Trabajo se sentaron las bases del crecimiento económico, social y productivo español, mediante las cuales durante cerca de 40 años en España las tasas de paro eran nimias, ya que el derecho a trabajar estaba por encima de todo; el trabajo es la participación del hombre en la producción mediante el ejercicio voluntariamente prestado de sus facultades intelectuales y manuales, según la personal vocación, en orden al decoro y holgura de su vida y al mejor desarrollo de la economía nacional. Es el punto primero del artículo I del Fuero.

Dice la Constitución Española de 1978 en su artículo 133 punto 4; las administraciones públicas sólo podrán contraer obligaciones financieras y realizar gastos de acuerdo con las leyes.

El Fuero de 1938 apostaba por el trabajador y por el trabajo, la Constitución de 1978 refleja un interés por salvaguardar a las diferentes administraciones sostenedoras del estado de las autonomías, la diferencia es clara y notoria.

La justicia social como principio rector del Estado, la protección del Estado hacia el trabajador, la defensa de la propiedad familiar, el sentido social de empresa, la total subordinación de la economía al interés nacional, el carácter subsidiario del Estado en materia de producción y la organización sindical de los factores de la economía, fueron las bases sobre las que se sustentó el Fuero, bases posteriormente desarrolladas, las cuales alzaron a España al progreso y a la modernidad, pero sin olvidar los valores y principios que hacen de un país una gran nación.

Desde la muerte de Francisco Franco el deterioro social es evidente, no sólo con una paulatina desaceleración en la cobertura social sino lo que es más grave con un serio retroceso hacia la misma.

España poco a poco ha pasado de ser una gran nación proteccionista de sus ciudadanos, a convertirse en un país libertino y olvidadizo con los suyos, en clara paradoja con los que vienen, ya que ellos si disfrutan de todas las ventajas sociales que el sistema liberal les entrega a cambio de nada.

Hemos olvidado todo ese esfuerzo empleado en nuestro porvenir y en nuestro futuro, debido a políticas erróneas y fariseas entregadas al dictamen internacional, sin pensar en las consecuencias. Durante años hemos vivido a costa del dinero ajeno, de esas sumas monetarias entregadas por organismos extranjeros a cambio de la compra de nuestra soberanía nacional. Ha sido un proceso lento pero continúo, alcanzando su clímax tras 37 años en la actualidad.

Nos toca vivir en una sociedad despegada de su patria, la cual sólo piensa en el vil metal del euro, mientras antaño a través del Fuero se unían de un modo indisoluble sociedad y patria sin fisuras.

¿Dónde están las empresas que protegen a sus trabajadores? ¿cuántas viviendas se construyen para los obreros en la actualidad? ¿de cuántos beneficios sociales gozan los trabajadores? ¿realmente los sindicatos actuales luchan por la clase obrera?

Sin lugar a dudas son preguntas con una respuesta muy fácil; ni existe protección empresarial suficiente, las viviendas para trabajadores brillan por su ausencia, los beneficios sociales no existen y los sindicatos se colocan al lado de sus amos, los partidos políticos y el gobierno.

La situación es calamitosa porque los españoles así lo han querido. Pretenden muchos hacer la comparación con otros países pero España no admite comparación ninguna, es demasiado grande como para deslegitimarse ante intereses extranjeros. Vuelvo a repetir, durante muchos años nos hemos dado una cobertura social privilegiada, la envidia de muchos países del arco mundial, España funcionaba a pleno rendimiento, éramos una locomotora de alta velocidad. ¿Por qué? Nada nació de combustión espontánea, todo fue premeditado y bien pensado basándose en no cometer los errores pasados. De ahí la supresión de los sindicatos de clase para convertirlos todos ellos en un nuevo panorama sindical, dónde patrono y obrero eran los mismo, dónde familia y empresa también, y dónde patria y sindicato convergían. Ello lo legalizo y lo plasmo el Fuero del Trabajo, actualmente el distanciamiento entre empresario y trabajador cada vez es mayor, todo se reduce a los temidos números, llegando a suplantarse la personalidad del trabajador por un número sin miramientos de ninguna clase, y suprimiendo el derecho de la protesta.

La presión fiscal sobre el ciudadano en la actualidad es asfixiante con unos impuestos elevadísimos sobre las personas que antaño integraban la clase media, y digo integraban ya que estamos asistiendo cada día más a la desaparición de dicha clase, existiendo por desgracia más ricos y más pobres. Durante el sistema franquista la presión fiscal era de tan sólo el 1,8 % de la renta personal, es decir, el español ganaba honradamente su sueldo y repercutía en el disfrute de su familia. Por el contrario ahora soportamos una presión confiscatoria alarmante, la cual no permite llegar a final de mes, debido a que el Estado actual tiene que financiar las comunidades autónomas, las diferentes administraciones y los millones de funcionarios mediante los humildes sueldos de la inmensa mayoría de los españoles.

Con el desarrollo del fuero del trabajo se anexiona inseparablemente una doctrina social nacida de la “Rerum Novarum” de León XIII, la doctrina social de la iglesia. Doctrina nunca puesta antes al servicio del ciudadano desde las autoridades gubernativas. Es precisamente en España, tiene que ser en nuestra nación, nacida al albor de un cristianismo impenitente dónde se lleve a la practica una de las “instrucciones” más importantes en toda la historia de la iglesia católica.

Así, pues, debiendo Nos velar por la causa de la Iglesia y por la salvación común, creemos oportuno, venerables hermanos, y por las mismas razones, hacer, respecto de la situación de los obreros, lo que hemos acostumbrado, dirigiéndoos cartas sobre el poder político, sobre la libertad humana, sobre la cristiana constitución de los Estados y otras parecidas, que estimamos oportunas para refutar los sofismas de algunas opiniones.

Así es como comienza a desarrollarse la carta pastoral de León XIII, mostrando una preocupación sin igual por las condiciones de los obreros, es precisamente esa misma preocupación la que se plasma en el Fuero del Trabajo de Don Pedro González Bueno. Pero no sólo en su nacimiento se atisba tal influencia, sino que los hechos posteriores así lo atestiguan.

En definitiva el Fuero del Trabajo representó una concepción nueva del sistema económico productivo frente al capitalismo liberal y el materialismo marxista.

Desde su derogación se ha apostado precisamente por un capitalismo ultraliberal, el cual sin duda nos lleva al abismo y al precipicio.

Extraido de AQUI

viernes, 2 de marzo de 2012

Testimonio de Jaume Ferrer, el soldado catalán que custodió a Tejero en el penal de Figueras.

A punto de cumplirse el 31 aniversario de la falsamente llamada intentona golpista del 23 de febrero de 1981, Alerta Digital ofreció a sus lectores el testimonio de personas próximas al ex teniente coronel de la Benemérita.

Empezamos hoy la serie con el relato de un soldado catalán, Jaume Ferrer Bagaria, que hizo su servicio militar en el Centro de Instrucción y Reclutamiento número 9 en la población gerundense de Sant Climent Sassebes. Ferrer fue uno de los encargados de realizar labores de vigilancia en el penal de Figueras, donde Tejero pasó 15 de los 30 años a los que fue condenado en tres diferentes penales militares. Allí tuvo la oportunidad de conocerle de cerca y de compartir con él experiencias y anécdotas que por primera vez hace públicas en el documento que reproducimos a continuación.

“Corría el año 1985 del pasado siglo cuando me encontraba haciendo el servicio militar, “la mili”, como popularmente se la conocía, en el Centro de Instrucción y Reclutamiento nº 9 en la población gerundense de Sant Climent Sassebes. Mis funciones allí eran tareas de oficina, estando a las ordenes de un buen militar y mejor persona como era en aquel entonces el capitán Márquez.

Al mismo tiempo, de vez en cuando, me tocaba alguna que otra guardia en las garitas; por cierto, guardias monótonas que incluso se llegaban a hacer con el arma sin el cargador puesto y tan sólo con cinco balas en el cinto como munición.

Pero un día y por sorpresa dicha monotonía cambió. Llegaron unas ordenes de muy arriba que provocaron una especie de movilización dentro del acuartelamiento. La razón no era otra que la llegada al Castillo de San Fernando en Figueres (Girona) del teniente coronel don Antonio Tejero, protagonista directo del golpe de Estado ocurrido el 23-F, para continuar cumpliendo su pena de cárcel en dicho castillo.

Dentro de esta impresionante fortaleza militar, existía un edificio destinado a realizar las funciones de cárcel militar donde se internaban a algunos militares de alta graduación, que habían cometido alguna irregularidad o delito. La vigilancia del mismo la realizaba un pequeño grupo de soldados que eran más bien ordenanzas o funcionarios, tal y como los llamaríamos en la vida civil.

Pero ante la magnitud e importancia de la llegada del teniente coronel Tejero, desde el Acuartelamiento de Sant Climent Sassebes, se tuvo que formar rapidamente una unidad especial para cumplir con las tareas externas de vigilancia y protección, al mismo tiempo, del edificio-cárcel, sito en el castillo.

Todos los que fuimos seleccionados para esta tarea recibimos unas ‘clases express’ de cómo debían hacerse las guardías de una manera más seria, y nos enseñaron cómo debíamos proteger nuestra integridad y la de los presos, llegado el caso de una agresión externa. Eso es lo que realmente se percibía como temor o peligro.

Y llegó el gran día. Puedo decir que formé parte del primer grupo de soldados que inauguró dicho servicio. Por la mañana, bien temprano, fuimos llevados en autocar al Castillo de Figueres. Durante el viaje, de escasamente 30 minutos, a todos se nos notaba una cierta inquietud y curiosidad, ya que íbamos a poder estar cerca de un personaje que sin duda pasaría a formar parte de la historia de España.

A nuestra llegada al castillo ya pudimos notar que aquello iba en serio, ya que el armamento utilizado y la munición de recambio no tenía nada que ver con la que utilizabamos en el C.I.R. En el famoso Cetme utilizado entonces por las Fuerzas Armadas españolas llevábamos un cargador con 20 balas y en el cinturón tres cargadores más, también con 20 proyectiles en cada uno de ellos.

Cuando no hacíamos garita, nos ordenaban rondas de tres por todas las zonas del castillo y la verdad es que, entre una cosa y otra, se descansaba poco. La jornada era bastante agotadora y de noche se dormía poco. En total puedo decir que hice unas 32 guardias.

No era muy habitual ver a los presos y menos a don Antonio Tejero, ya que nuestras funciones tenían lugar en el exterior del edificio. Pero nunca se me olvidará el dia en que encontrándome en una garita de nivel superior por encima del patio, pude observarle mientras él cultivaba y cuidaba sus hortalizas para consumo propio en un pequeño huerto que había en dicho recinto.

Durante unos segundos nuestras miradas se cruzaron y debo confesar que lo que percibí estaba bien lejos de la persona que nos habían pintado. Se trataba de una persona absolutamente normal, seria y disciplinada y estoy seguro que muy patriota.

Llegó al fin el día en que me tocó realizar mis tareas de vigilancia en el interior del edificio. Se me disparó la adrenalina cuando me crucé con él. Nunca olvidaré sus primeras palabras. Me preguntó de dónde era. Al decirle que catalán noté un brillo especial en sus ojos. Me saludó muy cortésmente y en seguida surgió una fuerte empatía. Aquella persona que nos habían pintado como una especie de monstruo, en realidad se trataba de un hombre de exquisito trato, sumamente educado y extraordinariamente respetuoso. Practicamente no requería ninguna atención por parte de nosotros, ya que él mismo se bastaba en todo.

Durante las conversaciones que mantuve con él lo primero que se percibía era que se trataba de una persona bastante creyente. Era un católico muy practicante. Tal vez por esta razón entablamos una relación como de padre a hijo. Hablábamos de teología, de filosofía, le entusiasmaba la figura de San Agustín, de los místicos españoles (llegó a recitarme poemas completos de Santa Teresa de Ávila). Solía decirme que sirviera siempre con honor y con lealtad a mi país, que las ideas se extinguen pero la moral natural permanece. Que amase siempre a Cataluña y a su madre España.

Nunca le oí hablar mal de nadie, ni siquiera de los políticos. Decía que cada hombre era dueño de sus actos y que era ante Dios cuando esos actos se demostrarían acertados o no. Hablaba mucho de la importancia de la familia. Se notaba lo orgulloso que estaba de la suya.

Confieso que sentí un afecto muy intenso hacia aquel hombre tierno y sensible, bueno, honrado y leal a su patria. Pocos días antes de que mi servicio militar tocara a su fin, el teniente coronel me regaló una medalla con la imagen de una Virgen. No encuentro palabras para explicar lo que sentí en ese momento. Un militar de los pies a la cabeza, firme como el uniforme que había vestido, regalándome a mí, un humilde soldado, una medalla de la Virgen, la misma que llevaba el 23 de febrero. Se agolpan los sentimientos al recordar ese momento, sin duda uno de los más especiales de toda mi vida.

Cada mañana, don Antonio Tejero realizaba una lista con las cosas que necesitaba, básicamente para su manutención, y la entregaba al soldado encargado de las compras en la ciudad de Figueres para el abastecimiento del penal. Siempre solía incluir en la lista cosas que nos gustaban a los soldados que pasábamos más tiempo con él. Nos invitaba a comer con bastante frecuencia. Le encantaba preparar él mismo la comida. Demostraba ser la típica persona a la que le gustaba compartirlo todo con los demás. A la hora de comer solía ser siempre el último en empezar. Nunca comía si antes no lo habían hecho sus soldados, como nos decía con afecto. Comprendo por qué ese hombre había sido tan idolatrado por todos los guardias civiles que tuvo a sus órdenes.

Los mandos militares del Castillo tenían también muy buena relación con don Antonio Tejero. Se contó que, en una ocasión, el coronel del penal fue sancionado tras ser acusado de otorgarle demasiados privilegios al teniente coronel Tejero. Seguramente, la denuncia procedería de algún militar reconvertido en progre e incapaz de soportar la admiración que todos profesábamos al teniente coronel; una admiración bien ganada por él y que hizo inevitable que se eliminaran las barreras entre preso y ‘carceleros’.

Pese a su carácter entrañable con todos nosotros, don Antonio no olvidó nunca su condición de militar disciplinado, con un alto sentido del deber y con un profundísimo amor a España.

Fueron muchos los familiares y amigos que acudían casi a diario a visitarlo. En este sentido nunca llegó a sentirse solo.

Pasados ya muchos años de aquella experiencia que me marcaría para siempre, puedo decir que estoy muy orgulloso de aquel periodo de mi vida. En una de nuestras conversaciones, me pidió don Antonio que fuese siempre un buen padre y que amase a mi futura mujer y la respetase tanto como a mí mismo. Si don Antonio me está leyendo, me gustaría que supiera que he intentado cumplir con ese consejo todos los días de mi vida. Estoy orgulloso de mi familia y he intentado transmitirle todos esos valores que percibí a través de su ejemplo diario.

Don Antonio, no sé si tendré la oportunidad de volverle a ver. Nada me haría más feliz que poderle abrazar como se abraza a un padre. Pero quiero que sepa que hoy me siento más orgulloso que nunca de haberme sentido su amigo, pese a las circunstancias y a las distancias entre nosotros. Nunca dejé de considerarle un hombre de bien, un patriota intachable…

Visto cómo han evolucionado las cosas, vista cómo está España y lo difícil que nos resulta expresar nuestro españolismo en la Cataluña profunda donde vivo, comprendo que los valores morales de personas como usted nos hubiesen hecho más falta todos estos años que las mentiras sobre las que se ha ido edificando el edificio partitocrático reducido hoy a escombros. Por todo ello y con el debido respeto, me permito la libertad de cuadrarme ante usted y enviarle el recuerdo agradecido de todos los míos. Esté donde esté, gracias”.

jueves, 1 de marzo de 2012

El despertar de los sindicatos durmientes. Por Javier Marcos.

Que los sindicatos (UGT y CCOO) quieren ver Madrid en llamas como Atenas, creo que no se le escapa a nadie. Lo tienen complicado porque evidentemente España no es Grecia pero lo van a intentar.

No hay nada más peligroso que un animal herido. ¿O sí? Un animal al que le han herido mientras se echaba una larga y somnolienta siesta. Los sindicatos son ese animal y tenemos que tener cuidado si no queremos vernos entre llamas.

Y es que, con la excusa de la reforma laboral, los sindicatos están obligados a quemar su último cartucho en forma de huelga general para tratar de recuperar el espacio perdido por su ineficacia e inmovilismo ante la destrucción del empleo que comenzó mucho antes que la llegada al gobierno del Partido Popular, por otra parte, más perdido que una cabra en un garaje y dispuesto a intentar “calmar los mercados” aunque sea a costa de la sangre de los trabajadores y pequeños empresarios españoles.

A los sindicatos les importan un pimiento los trabajadores, la destrucción del empleo, etc. Lo que les importa es que con esta reforma laboral, ellos pierden la exclusividad en el control de de los cursos de formación y la negociación colectiva. Esto atenta directamente contra su “modus vivendi” y es el motivo por el cual intentarán tomar la calle a toda costa por mucho que intenten disfrazar sus protestas de sociales. Los sindicatos pierden con esta reforma poder e influencia dentro de las empresas. Sin duda alguna, son los gran “afectados” de la reforma laboral y por eso, esta vez, van a ir a cuchillo. Van a darlo todo para conseguir entrar en las conciencias de una clase trabajadora desesperada y manipulable tratando de engañarles una vez más con las manidas soflamas “revolucionarias” de Toxo y Méndez. Para esta delicada misión cuentan también con la inestimable ayuda del PSOE llamando a las armas y fotografiándose en las cabeceras de las manifestaciones que con más miedo que vergüenza intentan realizar.

Engordar estas manifestaciones con la presencia de un sólo patriota es inaceptable y un gravísimo error. Estaríamos ayudando a que esta panda de vividores y estómagos agradecidos que han estado caminando de la manita del poder todo este tiempo y ahora “llaman a filas” levanten cabeza a costa de los trabajadores, a costa del pueblo y bajo el palio de “lo social”.

Javier Marcos