Como lo prometido es deuda,aqui os dejo unas fotos y los Discursos del Domingo.
En la primera se puede apreciar al presentador del acto y miembro de la Junta Nacional de La Falange,Chinchilla.En la Mesa de oradores y de izquierda a derecha, Marisa Calleja,Martin Saenz de Ynestrillas,Emilio Mariat y Eduardo Arias.Al fondo y de pie,al autor de este blog.
La segunda foto corresponde al momento del discurso de Martin Saenz de Ynestrillas.La tercera,al momento en el que Marisa Calleja,recibe una placa conmemorativa de la Plataforma en agradecimiento a su labor desinteresada.Las tres ultimas corresponden al momento oratorio de Emilio Mariat y Eduardo Arias y finalmente una perspectiva del aforo del salon, en donde no se aprecia la gente de los pasillos de fuera.En fin un exito.
LOS DISCURSOSLamentablemente solo disponemos y de manera informatizada de dos de los tres discursos de ayer.Nos falta el de
Emilio Mariat, dado que su formula espontanea de dirigirse a los presentes, le hace ir a la tribuna con unos apuntes y deahí nos deleita con su verborrea.Cuando tengamos el video del acto, entonces podremos oirle desde aqui.
El de
Martin Saenz de Ynestrillas y dado que él lo ha colgado en
su blog,os
redirigimos a él desde este enlace,por dos motivos:1.Para que visiteis su blog, el cual resulta interesantísimo y segundo que la entrada en este blog con los dos discursos no se haga muy larga
DISCURSO DE EDUARDO ARIASMemoria: una de las potencias del alma. Facultad psíquica por la que se recuerda y retiene el pasado. Momento para recuerdo o gloria de algo. Estas son algunas de las definiciones con las que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua define el término Memoria.
Y esas definiciones nos sirve para saber lo que hacemos hoy aquí. Nuestra alma recuerda y retiene un momento pasado de nuestra historia lleno de dolor pero también lleno de gloria y honor para nosotros.
Lealtad: cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría de bien. Así define el Diccionario la palabra lealtad. Y ser leales cumpliendo con las leyes de la fidelidad y las leyes del honor es lo que hacemos hoy aquí.
Memoria y Lealtad son las palabras que hemos elegido, que hemos escogido para que por ellas se sepa quien somos.
Memoria y Lealtad. Porque las leyes del honor y la hombría de bien nos exigen mantenernos en nuestra posición defendiendo hasta donde sea necesario el recuerdo de quienes en nuestro pasado inmediato crearon nuestras ideas políticas, combatieron y murieron por ellas y además vencieron.
Memoria y Lealtad. Porque las leyes del honor y la hombría de bien nos exigen mantenernos en nuestra posición defendiendo hasta donde sea necesario el recuerdo de nuestros abuelos o de nuestros padres o de nuestros hermanos que derrotaron en nuestra nación y en nuestro suelo con su sangre y su sacrificio a quienes a lo largo del siglo XX , comunistas y socialistas, eliminarían en todo el mundo a 100 millones de seres humanos tarea a la que ya se habían puesto en España cuando tuvimos que alzarnos para impedírselo.
Memoria y Lealtad. Porque las leyes del honor y la hombría de bien nos exigen mantenernos en nuestra posición hasta donde sea necesario honrando el recuerdo de quienes vencieron para iniciar en la vida de nuestro pueblo la etapa más revolucionaria y avanzada de nuestra historia en todos los sentidos: moral, político y social.
Memoria Y lealtad para quienes introdujeron a España entre las naciones más desarrolladas del mundo, Memoria y Lealtad para quienes ensayaron un sistema político nuevo que fue esencialmente justo y eficaz y para quienes aun estando en el poder durante décadas mantuvieron la mejor altura moral de nuestro pueblo y también la mejor altura moral de sí mismos porque el poder no corrompe a todos los hombres, como sostienen los corruptos liberales del Partido Popular y los corruptos socialistas del Partido Socialista Obrero Español casi para autojustificación de sus vergüenzas, sino que el poder sólo corrompe a quienes son por su propia amoralidad interior fácilmente corruptibles, es decir, a hombres como los liberales del PP o los socialistas del PSOE.
Nuestro honor, nuestra hombría de bien nos lo exigen: MEMORIA Y LEALTAD. Y si hoy no estuviéramos haciendo lo que estamos haciendo ni tendríamos honor, ni seriamos hombres de bien.
Y Memoria y Lealtad también, y recuerdo, y gratitud para las decenas de miles de españoles inocentes que en las cunetas, en las tapias de los cementerios, en las puertas de sus casas, en las checas de Madrid o de Barcelona o de cada ciudad que quedó bajo el dominio de la II República fueron asesinados sin más motivo que no ser del PSOE, que no ser del PCE, de la CNT, de ERC o separatistas vascos o catalanes. Fueron asesinados, es verdad, por la CNT anarquista , por el PCE de los comunistas... Pero fueron asesinados, muy señaladamente, por el partido político mayoritario en el seno de la II República y mayoritario en el seno del Frente Popular. Y ese partido era el PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL. Y en Cataluña muy señaladamente ese partido mayoritario era EZQUERRA REPUBLICANA DE CATALUÑA. En justicia, por justicia y en beneficio de la seguridad futura del pueblo español tanto EL PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL como EZQUERRA REPUBLICANA DE CATALUÑA, partidos de tradición violenta para nuestro pueblo recuérdese los hechos protagonizados por estos partidos en Asturias y en Cataluña en 1.934, deberían ser ilegalizados de inmediato.
Somos MEMORIA Y LEALTAD. Y quienes trabajamos en MYL representamos a los miles de españoles, a las decenas de miles de españoles, a las centenas de miles de españoles, a los millones de españoles, porque no dudéis que son millones, que saben que tenemos razón, que saben que decimos la verdad, que sienten como nosotros sentimos y a los que tenemos que movilizar no sólo para el recuerdo sino para garantizar un futuro para una nación, España, que , aquellos a los que vencimos, están destrozando.
El Gobierno ZP sacó adelante la Ley de Memoria Histórica. Dicen que es una cortina de humo para ocultar los graves problemas económicos que sufre España para que no se hable de ellos.
No es verdad. No es una cortina de humo. Es el resultado de la obsesión de toda la izquierda española por vengar su derrota en la Guerra de Liberación Nacional, nunca sabremos hasta que punto nos equivocamos al llamarla simplemente guerra civil. Es una parte más de la aplicación de la ideología política de Zapatero que no es un conjunto de cortinas de humo sino un conjunto de medidas ideológicas. Básicamente: Educación para la Ciudadanía, Ley de plazos para el aborto, Estatutos de Autonomía, Ley de Matrimonios Gays y LMH, que tienen por objeto construir una sociedad progremarxistoide en la que no quede en pie no ya un solo valor moral tradicional alguno de nuestro pueblo sino ni tan siquiera el mismo nombre de España. Eso es lo que está haciendo Zapatero y lo está haciendo a conciencia y con toda coherencia con su ideología. Y de ese proyecto forma parte, es una parte más, la Ley de Memoria Histórica.
¿Y que es la Ley de Memoria Histórica? La Ley de Memoria Histórica no es otra cosa que un importante esfuerzo de propaganda socialista destinado a sentenciar que ellos fueron los buenos en la Guerra de Liberación y nosotros fuimos los malos. Esfuerzo de propaganda que de tener éxito les garantizará la imposición de esa idea en el seno de la población española y a nosotros terminará de hacernos desaparecer, probablemente, por la vía de la ilegalización.
Luego veremos quienes fueron los malos y quienes fueron los buenos. Pero ahora quiero hablar de algo, de su coartada: desenterrar sus muertos para que las familias puedan enterrarlos dignamente. Desenterrar sus muertos para que sus familias puedan enterrarlos dignamente. Cada vez que se
habla de la LMH terminan diciendo para justificarla que su finalidad es que puedan desenterrar a sus muertos para enterrarlos dignamente.
Y ahora vamos a ver que es lo que viene sucediendo con la aplicación de la Ley de memoria Histórica.
Se retiran estatuas del Caudillo. Se retiran las placas que en las Iglesias de todos los pueblos de España que quedaron bajo la dominación de la II república y que recordaban la memoria de las victimas de la represión rojodemocrática. Se cambian los nombres de calles. Se retiran estatuas de José Antonio, o incluso de Millán Astray. Se cierra el Valle de los Caídos. Y uno se pregunta perplejo: ¿retirar estatuas, cambiar calles, retirar placas que recuerdan asesinados, cerrar el Valle de los caídos, todo esto, que tienen que ver con desenterrar muertos para que sus familiares los entierren dignamente? Conclusión: mienten. Como siempre mienten. Ni siquiera el objetivo de la Ley es desenterrar sus muertos.
El objetivo de la Ley es la persecución política de quienes les vencimos y la imposición social de su versión de la historia porque yo diría que prácticamente lo único que no han hecho con esta Ley de Memoria Histórica es precisamente desenterrar y enterrar dignamente sus muertos, entre otros motivos, porque no los han encontrado.
Y es que tengo dos convicciones. La primera es que a esta gentuza que es la izquierda española en pleno, en la que cada día cuesta más encontrar una excepción a la regla de su indecencia,
no les importan ni si quiera sus muertos.
La segunda convicción que mantengo es
que tienen muy pocos muertos que desenterrar porque la represión ejercida por el bando nacional fue infinitamente inferior a la ejercida por el bando rojodemocrático. Y además mientras la represión ejercida por nuestro bando fue justa, como explicaré a continuación,
la ejercida por ellos consistió en el asesinato sistemático de inocentes.
Me explico: a la izquierda española no le importan sus muertos.
¿Alguien nos va a decir que hasta antesdeayer no le fue posible a nuestra izquierda acordarse de sus muertos? Pero si se llevan aplicando en España medidas legales favorables a quienes lucharon por el comunismo stalinista, ahora resulta que luchaban por la democracia y la libertad, desde el mismo inicio de la transición.
¿Y ahora es cuando esta gente se acuerdan de que tienen sus muertos enterrados en no se que cunetas? ¿Por qué no se han acordado antes?
Porque sus muertos no les importan. Yo diría que, en el fondo, hasta se avergüenzan de sus muertos porque saben perfectamente lo que sus muertos hicieron y no han movido un solo dedo hasta que no han tenido todos los medios de comunicación controlados para poder impedir que sea posible hablar de lo que hicieron los muertos que ahora quieren desenterrar.
Porque no es verdad aquello de que por parte de los dos bandos se hicieron las mismas barbaridades. Ni es verdad que quienes luchaban en el bando rojodemocrático y cayeron por él merezcan el mismo respeto que quienes lo hicieron en el bando nacional.
No es verdad. Y nos hemos equivocado cuando con el señuelo de la reconciliación nacional, reconciliación que desde el principio pasó por nuestra satanización con el consentimiento de una derecha cuyos padres llegaron a viejos gracias a nuestro sacrificio, hasta de nosotros mismos han salido palabras en ese sentido.
¿Y porque no es verdad que ambos bandos hicieran las mismas barbaridades? Porque a parte de la memoria de ZP existe la verdad y existe la historia que nos ofrece datos incuestionables, indiscutibles hasta para la memoria del ZP. Empieza la Guerra de Liberación Nacional. Media España es liberada. La otra queda bajo el bando rojodemocrático. Y el bando rojodemocrático empieza una represión salvaje en su retaguardia contra miles de españoles, entre 50.000 y 80.000 según los historiadores, que serán asesinados siendo absolutamente inocentes. Entre 50.000 y 80.000 españoles inocentes asesinados (entre ellos niños y niñas) , asesinados en muchas ocasiones de las maneras más crueles y bestiales que podamos imaginar.
Y tened en cuenta lo siguiente:
en toda la guerra la II república sólo conquistó una ciudad: Teruel. Eso significa que los rojos y los demócratas mataron entre 50.000 y 80.000 españoles inocentes que ni siquiera habían empuñado las armas para defenderse. Preguntaos: ¿hasta donde habrían llegado las cifras de la represión de la II república si hubieran llegado a dominar todo el territorio nacional cuando en la media España que fueron perdiendo se cargaron a 80.000 españoles? ¿hasta donde habrían llegado las cifras de la represión de la II república si hubieran tenido que reprimir ciudades conquistadas por ellos?
Entre 50.000 y 80.000 inocentes asesinados. Ese es el acta de acusación contra la II república. Eso es lo que hicieron nuestros rojos y nuestros demócratas.
Y eso es lo que defienden hoy nuestros rojos y nuestros demócratas con la LMH.
No es verdad que los dos bandos actuarán igual.
Porque nosotros sí tomamos muchas ciudades a lo largo de la guerra.
Pueblo a pueblo fuimos liberando España de la bondad de nuestros rojos y de la bondad de nuestros demócratas. Y en cada pueblo que entramos hayamos los testimonios y los restos de la bondad de nuestros rojos y de la bondad de nuestros demócratas: religiosos asesinados, religiosas, peligrosas monjas, asesinadas, hombres asesinados, mujeres asesinadas, niños y niñas asesinados. Familias enteras masacradas.
Un ejemplo: Granja de Torrehermosa, Badajoz. Las tropas del Ejército Nacional liberan la población. En el exterior del cementerio del pueblo se encuentran
11 cadáveres de los cuales 8 eran de mujeres de diversas edades, dos eran de niñas y uno de un hombre. Los médicos redactan un informe sobre los cadáveres encontrados.
Hubo violaciones, hachazos, balazos... Uno de los cadáveres es de una niña de unos 5 años de edad. El informe médico dice así:
“Cadáver de niña de unos cinco años de edad, herida de hacha u otro instrumento cortante y pesado en el parietal derecho, fractura completa del cráneo...La muerte fue producida, al parecer, por golpe violento de la víctima contra el suelo o pared.” Estempanaron a una niña de 5 años contra el suelo o la pared para matarla. Las fotografías de la matanza, toda una familia de aquel pueblo de Badajoz,
se hicieron famosas cuando TVE en su serie “España en Guerra” en emisión del 27 de Mayo de 1.987 las exhibió adjudicando la masacre a las tropas nacionales.
Los familiares supervivientes tuvieron que aclarar que los asesinos habían sido los milicianos, rojos y/o demócratas, del Frente Popular, la II República. Así fue el terror rojo-democrático de la II República que nos encontramos al liberar España.
Nosotros sí liberamos muchos pueblos como Granja de Torrehermosa.
Y liberamos Cataluña entera de la bondad de ERC. Y liberamos Madrid de la bondad del Frente Popular, del
PSOE. Y en cada pueblo, en cada ciudad, en cada región que liberamos, en miles de cunetas y de tapias de cementerio, encontramos la bondad de nuestros rojos y nuestros demócratas en forma de muerte de miles de hombres, de mujeres y de niños inocentes.
No es verdad que ambos bandos hicieran la mismas barbarides. No es verdad salvo que sea lo mismo asesinar inocentes, que es lo que hicieron los ZP y los Garzones de entonces,
que ejecutar a los asesinos de españoles inocentes que es lo que hicimos nosotros.
Y es que sus propias palabras les descubren. ¿Enterrar dignamente? ¿Es que la dignidad de un muerto depende del lugar donde está enterrado? ¿Es que alguno de los que estáis aquí duda si quiera de la dignidad de nuestros miles de muertos aunque estén enterrados en lo más profundo de un pozo o de una mina como la encontrada en Camuñas? ¿Es que alguno de vosotros duda si quiera por un momento que son precisamente nuestros muertos los que dignifican la tierra en la que estén enterrados? ¿Es que alguno de vosotros puede encontrar una tierra más digna, más limpia, más noble que , por ejemplo, la de Paracuellos del Jarama donde yacen miles de españoles inocentes asesinados por nuestros rojos y nuestros demócratas?
Ellos saben que sus muertos no son dignos. El problema no son las cunetas. El problema está en que quienes lucharon por la II República no defendían una causa digna. Y en que para defender la II república usaron y llevaron a cabo conductas absolutamente indignas. Tan sucias, tan brutales, tan salvajes que no hay nada que pueda limpiar ya su absoluta indignidad.
Tened la certeza de que podéis estar orgullosos de nuestro pasado. Podemos estar orgullosos de la Causa por la que luchamos entonces y ahora. Tened la certeza de que podemos estar orgullosos de la conducta que los nuestros siguieron en su lucha. Sin duda, cometimos errores y excesos. Pero los cometimos en medio de la búsqueda de la aplicación de la justicia. Esos errores los cometimos porque somos humanos. E interiormente a cada uno de nosotros esos errores nos duelen y querríamos que no se hubiesen producido nunca.
Pero frente a nosotros no se cometieron errores en busca de justicia. Se cometió una enorme injusticia sistemática en la que es muy posible que no hubiera un solo acierto. Es muy probable que ni uno sólo de entre los 50.000 y 80.000 asesinados por nuestros rojos y nuestros demócratas, ni uno solo, mereciera la muerte. Cometieron una enorme injusticia que alcanzó, sin duda, el grado de genocidio. Genocidio del que no se arrepienten y que hoy reivindican con la LMH.
Siempre surge la pregunta: ¿Qué hubiera pasado si hubieran ganado nuestros rojos y nuestros demócratas? No hay duda: Centenares de miles de españoles habrían sido asesinados y España se habría convertido en un Régimen soviético. Nosotros evitamos al pueblo español sufrir un enorme genocidio. Nosotros evitamos al pueblo español un Régimen soviético y nosotros construimos para el pueblo español una España moderna, nueva y justa. Definitivamente podemos estar orgullosos de nosotros mismos.
Sé que mis palabras son dolorosas. Son duras. Son desagradables. Lo sé. Alguno las definirá como guerracivilistas. Son las palabras a las que nos han llevado los hechos de Zapatero o de Garzón. Los hechos de esta democracia. No son palabras a las que hemos llegado de motu propio. Son palabras y recuerdos de los que nos gustaría no hablar. Son las palabras a las que nos han llevado los hechos de la izquierda.
Por increíble que parezca nosotros, las víctimas, estuvimos dispuestos a olvidar y a la reconciliación pero han sido nuestros verdugos quienes nos obligan a hablar de todos esto, a defender nuestro honor y a defender nuestra memoria y a impedir que pasemos a la historia como torturadores y asesinos porque no somos ni torturadores, ni asesinos.
Circula ya en el aire la palabra y la idea de la ilegalización de nuestras organizaciones políticas. Supongo que la ilegalización de todo lo que huela a nuestro pasado político. La ilegalización de cuantos estamos aquí. Posiblemente sea su siguiente paso. No deja de ser curioso que si la grandeza de la democracia, repiten hasta la extenuación, reside en que todas las ideas pueden expresarse en libertad vaya a probarse al final que nuestros demócratas han permitido hasta la fecha que, por lo menos podamos existir axfisiados y sin acceso a medio de comunicación alguno pero al fin y al cabo vivos, no por convencimiento sino sólo porque hasta ahora no han encontrado una situación favorable para plantear nuestra ilegalización.
Se retratan todos nuestros izquierdistas cuando con la boca llena de libertad de expresión o de pluralismo político proponen al mismo tiempo y sin despeinarse la censura y la ilegalización de nuestras ideas porque no les gustan.
Da miedo pensar lo que esta gente habría hecho con media España de haber ganado la Guerra cuando su rencor les lleva 70 años después de terminada a todo lo que están haciendo.
Y queda absolutamente claro para el que tuviera algún genero de duda que la democracia, incluso a tenor de sus propias palabras, carece de grandeza alguna y que su libertad de expresión y su pluralismo político no son más que otra mentira con la que todo el día se llenan la boca.
Ante esa posible entrada en procesos de ilegalización de nuestras ideas políticas más que nunca
quiero pedir a todos los patriotas que mediten la necesidad de trabajar y de pelear juntos. Quiero pedir a todos los patriotas que sepamos mantener lo que hemos hecho alrededor de
Memoria y Lealtad donde hemos encontrado un acuerdo varios colectivos y organizaciones patriotas. Y quiero pedir a todos los patriotas que poco a poco pero decididamente asuman que unidos podemos hacer más, somos más y somos más fuertes.
Termino.
Es hora de autoafirmarnos, de defendernos porque nos están persiguiendo. Dejad de una vez de lado todo escepticismo, todo derrotismo, toda duda que en buena medida nosotros mismos hemos introducido en nuestras filas.
No arriéis ni una sola bandera porque de la mística de nuestros emblemas y nuestro pasado es del único sitio del que podemos sacar la fuerza que nos va a hacer falta para soportar lo que nos espera. Dejad de sopesad constantemente la utilidad o no de la lucha, la eficacia o no de la lucha y entonces, cuando volvamos a luchar porque es nuestro deber hacerlo,
nuestra lucha volverá a ser útil y eficaz.
Volved a luchar como españoles. Como lo hemos hecho los españoles a lo largo de los siglos de nuestra historia.
Por honor. Por deber. Por dignidad.
Volved a luchar porque
no sabemos si nos espera el éxito o nos espera la derrota pero aunque estuviésemos seguros de que lo que nos aguarda es una derrota volved a luchar. Y tened siempre presente que el recuerdo heroico de cientos de derrotas han impulsado a nuestro pueblo en cientos de ocasiones a conseguir cientos de victorias.
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