miércoles, 2 de mayo de 2012

El 2 de Mayo y la Patria.


El Nacionalismo y por lo tanto pérdida de soberanía Nacional y de Identidad Nacional, a diferencia de hace unos años, no solo viene dado por movimientos interiores sino por movimientos ulteriores como la Unión Europea. Por esos dos Movimientos, España como tal apenas tiene capacidad de decisión independiente. A esta realidad hay que sumar el hecho subjetivo, por el que pensamos que esto al Pueblo Español no le interesa, lo que hace que nuestro futuro cuanto menos sea preocupante.
En la actualidad, y es mi opinión, España ya no existe como realidad espiritual y los “inquilinos” de España no responden al concepto de Patria, ni la defienden ante estos ataques sutiles y concienzudos de esos movimientos que están dejando a España vacía de contenido espiritual e histórico.
Los motivos de haber llegado a esta situación comienzan por la pérdida del Estado de potestades al cederlas las Comunidades Autónomas y terminan por la entrada en organizaciones internacionales, que querámoslo o no, progresivamente nos van quitando soberanía y capacidad de decisión sobre nuestro propio pueblo. No tardando, y cada vez está más próximo, tendremos un Estado que mantener sin ningún tipo de competencias.
Frente a todo esto tenemos la pasividad de nuestro pueblo ante esta pérdida de soberanía. El sentimiento de España no existe y el de Patria, no es que no exista, es que es denostado, produce indiferencia y, si me aprietas un poco, hasta desprecio. Es decir, estamos perdiendo la pieza básica para denominar Patria a España: la adhesión inquebrantable de su pueblo.
España ha sido Patria, es Patria y DEBE SEGUIR SIENDO PATRIA. Ninguna región española puede decir lo mismo por mucho que, por ejemplo, celebre el Día de la Patria vasca. Sus tesis nacionalistas se basan en hechos que históricamente no están probados. Dirigen todo su odio a los inmigrantes trabajadores de otras zonas de España (ahí el Sistema no se mete). España como tal, se sustenta en una Constitución y en una Corona que nosotros no respetamos pero que esas regiones, a las que transfieren competencias, tampoco lo hacen. Ellos no atacan a esas dos instituciones a cambio de seguir recibiendo transferencias y España cede al chantaje y la Patria (el pueblo) ni está ni se le espera. Como ultima paradoja, la integridad de España esta defendida por unos funcionarios, antes Ejercito, a sueldo de quien les pague y sin ideas.
Lamentablemente España ya no ejerce de Patria. Ni espiritualmente ni ideológicamente. Hoy por hoy, no somos nada diferentes a Bélgica o a Rumania: pedazos de tierras con nombre.
NUESTRA FUNCIÓNES DEBEN SER:
  1. Testimoniar por toda España que España existe por lo menos en un puñado de hombres.
  2. Asumir con orgullo que España es una forma de ser y de pensar.
  3. Debemos asumir que tenemos voluntad de Imperio.
  4. Defender que por nuestras raíces y nuestra Historia, somos distintos a lo que nos quieren importar del mundo moderno y yanquizado.
  5. Intentar con todos los medios a nuestro alcance que ese puñado de hombres crezca.
  6. Tenemos que asumir que encubiertos de bondades estamos siendo atacados continuamente por las naciones exteriores y las regiones interiores, siendo este ataque casi más brutal que si fuera un Ejército el que nos invadiera. Ante un Ejército invasor, estoy seguro que los españoles despertarían. Este Ejército es invisible y mucho más dañino.
Una vez asumido todo lo anterior, creo que debemos tener claro que ha llegado el momento de defender nuestra Patria ante esos ataques. Estamos casi seguros de que nos va a tocar vivir el final espiritual y metafísico de España pero, lo que es más triste, el final real y pactado por nuestros propios gobernantes y la venta de nuestra Patria a intereses multinacionales y económicos.
Para ese momento, no os quepa la menor duda, debemos tener unos pocos mas hombres para defenderla. Ese es nuestro trabajo. Luchar contra los nuevos franceses.
ODA AL 2 DE MAYO
Oigo, patria, tu aflicción, 
y escucho el triste concierto 
que forman, tocando a muerto, 
la campana y el cañón; 
sobre tu invicto pendón 
miro flotantes pendones, 
y oigo alzarse a otras regiones 
en estrofas funerarias, 
de la iglesia las plegarias, 
y del arte las canciones. 

Lloras, porque te insultaron 
los que su amor te ofrecieron 
¡a ti, a quien siempre temieron 
porque tu gloria admiraron; 

a ti, por quien se inclinaron 
los mundos de zona a zona; 
a ti, soberbia matrona 
que, libre de extraño yugo, 
no has tenido más verdugo 
que el peso de tu corona! 

Doquiera la mente mía 
sus alas rápidas lleva, 
allí un sepulcro se eleva 
contando tu valentía. 
Desde la cumbre bravía 
que el sol indio tornasola, 
hasta el África, que inmola 
sus hijos en torpe guerra, 
¡no hay un puñado de tierra 
sin una tumba española! 

Tembló el orbe a tus legiones, 
y de la espantada esfera 
sujetaron la carrera 
las garras de tus leones. 
Nadie humilló tus pendones 
ni te arrancó la victoria; 
pues de tu gigante gloria 
no cabe el rayo fecundo, 
ni en los ámbitos del mundo, 
ni en el libro de la historia. 

Siempre en lucha desigual 
cantan tu invicta arrogancia, 
Sagunto, Cádiz, Numancia, 
Zaragoza y San Marcial. 
En tu suelo virginal 
no arraigan extraños fueros; 
porque, indómitos y fieros, 
saben hacer sus vasallos 
frenos para sus caballos 
con los cetros extranjeros. 

Y aún hubo en la tierra un hombre 
que osó profanar tu manto. 

¡Espacio falta a mi canto 
para maldecir su nombre! 
Sin que el recuerdo me asombre, 
con ansia abriré la historia; 
¡presta luz a mi memoria! 
y el mundo y la patria, a coro, 
oirán el himno sonoro 
de tus recuerdos de gloria. 

Aquel genio de ambición 
que, en su delirio profundo, 
cantando guerra, hizo al mundo 
sepulcro de su nación, 
hirió al ibero león 
ansiando a España regir; 
y no llegó a percibir, 
ebrio de orgullo y poder, 
que no puede esclavo ser, 
pueblo que sabe morir. 


¡Guerra! clamó ante el altar 
el sacerdote con ira; 
¡guerra! repitió la lira 
con indómito cantar: 
¡guerra! gritó al despertar 
el pueblo que al mundo aterra; 
y cuando en hispana tierra 
pasos extraños se oyeron, 
hasta las tumbas se abrieron 
gritando: ¡Venganza y guerra! 


La virgen, con patrio ardor, 
ansiosa salta del lecho; 
el niño bebe en su pecho 
odio a muerte al invasor; 
la madre mata su amor, 
y, cuando calmado está, 
grita al hijo que se va: 
"¡Pues que la patria lo quiere, 
lánzate al combate, y muere: 
tu madre te vengará!" 


Y suenan patrias canciones 
cantando santos deberes; 
y van roncas las mujeres 
empujando los cañones; 
al pie de libres pendones 
el grito de patria zumba 
y el rudo cañón retumba, 
y el vil invasor se aterra, 
y al suelo le falta tierra 
para cubrir tanta tumba! 

¡Mártires de la lealtad, 
que del honor al arrullo 
fuisteis de la patria orgullo 
y honra de la humanidad, 
¡en la tumba descansad! 
que el valiente pueblo ibero 
jura con rostro altanero 
que, hasta que España sucumba, 
no pisará vuestra tumba 
la planta del extranjero! 

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