lunes, 25 de junio de 2012

Jose Antonio y el Estado Totalitario (La Luna y el dedo) Por Carlos Rodríguez. Jefe Nacional del TNS


No hay cosa para mi más grata que acudir a José Antonio (J.A.) para responder a los que se definen como “Joseantonianos” a la vez que se refugian en acomodadas posiciones democráticas para defensa de la propia democracia. Son notorias, por parte de estos autodenominados Joseantonianos, las críticas al Estado totalitario y autoritario, ignorando que el sentimiento nacional sindicalista lo que trata de implantar de manera revolucionaria es una Estado Totalitario Sindical dentro de un Régimen Totalitario Nacional. También es notoria su obsesión permanente por declararse antifascistas, posiblemente para ganarse la etiqueta de demócratas, dado que en el biotipo en que la democracia ha convertido a España, a todo lo malo o a lo que no favorece a los “demócratas” lo denominan fascismo, ignorando lo que fue el fascismo en Italia y lo que José Antonio manifestaba sobre él, en un claro ejercicio de admiración critica como punto de partida.


Sobre el fascismo en relación con el pensamiento de J.A. hablaremos en próximos trabajos, en el que hacemos con estos comentarios que nos ocupan, nos limitaremos a copiar textualmente parte del legado literario de J.A. relacionado con la democracia, el totalitarismo, y el autoritarismo con relación a los objetivos nacional sindicalistas. A este respecto, solo una aclaración: en los años treinta la democracia era lo que tiene que ser, un medio mecánico para elegir mediante sufragios a los gobernantes componentes de listas de partidos (J.A. se enfrenta constantemente a todo tipo de sufragios). Hecha esta salvedad, pasamos a transcribir las citas de J.A. en parte de sus discursos y conferencias, para lo cual no hay mejor orden que el cronológico, por lo tanto, empezamos con el discurso fundacional pronunciado el 29 de octubre de 1933 en el teatro de la Comedia de Madrid.

“Antes, en otras épocas más profundas, los Estados, que eran ejecutores de misiones históricas, tenían inscritas sobre sus frentes, y aun sobre los astros, la justicia y la verdad. Juan Jacobo Rousseau vino a decirnos que la justicia y la verdad no eran categorías permanentes de razón, sino que eran, en cada instante, decisiones de voluntad”

venía a resultar que el sufragio, esa farsa de las papeletas entradas en una urna de cristal, tenía la virtud de decirnos en cada instante si Dios existía o no existía, si la verdad era la verdad o no era la verdad, si la Patria debía permanecer o si era mejor que, en un momento, se suicidase”

De ahí vino el sistema democrático, que es, en primer lugar, el más ruinoso sistema de derroche de energías”.

“Vino después la pérdida de la unidad espiritual de los pueblos, porque como el sistema funcionaba sobre el logro de las mayorías, todo aquel que aspiraba a ganar el sistema, tenía que procurarse la mayoría de los sufragios. Y tenía que procurárselos robándolos, si era preciso, a los otros partidos y para ello no tenía que vacilar en faltar deliberadamente a la verdad, en no desperdiciar un solo resorte de mentira y de envilecimiento y con ello nos depararon la esclavitud”.

“En los países donde se ha llegado a tener parlamentos más brillantes e instituciones democráticas más finas, no teníais más que separaros unos cuantos metros para encontraros con tugurios infectos donde viven hacinados los obreros y sus familias, en un límite de decoro casi infrahumano. Y os encontraríais trabajadores de la tierra, abrasadas las costillas, y que ganaban durante todo el año, gracias al libre juego de la economía liberal, setenta u ochenta jornales (míseros)”. “Y por lo que nos toca de cerca, nos encontramos en una España en ruina moral, una España dividida por todos los odios y por todas las pugnas…”

Más adelante sigue:
“La Patria es una unidad total, en que se integran todos los individuos y todas las clases; la Patria no puede estar en manos de la clase más fuerte ni del partido mejor organizado. La Patria es una síntesis trascendente, una síntesis indivisible, con fines propios que cumplir; y nosotros lo que queremos es que el movimiento de este día, y el Estado que cree, sea el instrumento eficaz, autoritario, al servicio de una unidad indiscutible, de esa unidad permanente, de esa unidad irrevocable que se llama Patria”.

“He aquí lo que exige nuestro sentido total de la Patria y del Estado que ha de servirla. Sólo se respeta la libertad del hombre cuando se le estima portador de valores eternos y más todavía si esa libertad se conjuga, como nosotros pretendemos, en un sistema de autoridad, de jerarquía y de orden”.”Queremos que España recobre resueltamente el sentido universal de su cultura y de su Historia. Y si esto ha de lograrse en algún caso por la violencia, no nos detengamos ante la violencia. Porque, ¿quién ha dicho — al hablar de todo menos la violencia — que la suprema jerarquía de los valores morales reside en la amabilidad? ¿Quién ha dicho que cuando insultan nuestros sentimientos, antes que reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables? Bien está, sí, la dialéctica como primer instrumentodecomunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y de las pistolas cuando se ofende a la justicia o a la Patria”.

“venimos a luchar por que un Estado totalitario alcance con sus bienes lo mismo a los poderosos que a los humildes”.

DISCURSO DE PROCLAMACION DE F.E. DE LAS J.O.N.S. Pronunciado en el Teatro Calderón de Valladolid el 4 de marzo de 1934.

Llega un momento en que se les dice a los hombres que ni la mentira ni la verdad son categorías absolutas, que todo puede discutirse, que todo puede resolverse por los votos, y entonces se puede decidir a votos si la Patria debe seguir unida o debe suicidarse, y hasta si existe o no existe Dios. Los hombres se dividen en bandos, hacen propaganda, se insultan, se agitan y, al fin, un domingo colocan una caja de cristal sobre una mesa y empiezan a echar pedacitos de papel en los cuales se dice si Dios existe o no existe y si la Patria se debe o no se debe suicidar…”.
Y así se produce eso que culmina en el congreso de los diputados.” 

Más adelante sigue:
"Por último, nos dicen que no tenemos programa. ¿Vosotros conocéis alguna cosa seria y profunda que se haya hecho alguna vez con un programa? ¿Cuándo habéis visto vosotros que esas cosas decisivas, que esas cosas eternas, como son el amor, y la vida, y la muerte, se hayan hecho con arreglo a un programa? Lo que hay que tener es un sentido total de lo que se quiere; un sentido total de la Patria, de la vida, de la Historia, y ese sentido total, claro en el alma, nos va diciendo en cada coyuntura qué es lo que debemos hacer.”

PUNTO 6º DE LA NORMA PROGRAMATICA DE LA FALANGE.

Nuestro Estado será un instrumento totalitario al servicio de la integridad patria.
 Todos los españoles participarán en él a través de su función familiar, municipal y sindical.
Nadie participará a través de los partidos políticos. Se abolirá implacablemente el sistema inorgánico, representación por bandos en lucha y Parlamento del tipo conocido.

DEL ESCRITO CONOCIDO COMO “MUCHEDUMBRE” EN CRITICA A GIL ROBLES. Publicado en el nº 16 del Periódico ARRIBA, el 4 de junio de 1935.

Ya es hora de acabar con la idolatría electoral. Las muchedumbres son falibles como los individuos, y generalmente yerran más. La verdad es la verdad aunque tenga cien votos, y la mentira es mentira aunque tenga un millón. Lo que hace falta es buscar con ahínco la verdad, creer en ella e imponerla, contra los menos o contra los más. Esa es la gran tarea del conductor de masas: operar sobre ellas para transformarlas, para elevarlas, para templarlas; no ponerlas a temperatura de paroxismo para después pedirles (como en el circo de Roma la plebe embriagada) decisiones de vida y muerte. Y este deber (gloriosamente duro) es tanto más apremiante en nuestra España, donde cien años de desaliento y de pereza han sumido a nuestra masa en la más desoladora mediocridad. Todo lo que se haga por sacudirla será poco. Pero mientras sólo se la halague y se la sirva, no se hará otra cosa que estabilizar la mediocridad”.

DEL ESCRITO CONOCIDO COMO “ANTE LAS ELECCIONES, POR ESPAÑA, UNA, GRANDE Y LIBRE; POR LA PATRIA, EL PAN Y LA JUSTICIA EL MIEDO Y EL QUEHACER” Publicado en el nº 28 del Periódico ARRIBA, el 16 de enero de 1936.

Nos parece monstruoso que la suerte de España tenga que jugarse cada bienio al azar de las urnas. Que cada dos años entablemos la trágica partida en que, a golpe de gritos, de sobornos, de necedades y de injurias, se arriesga cuanto hay de permanente en España y se hiende la concordia de los españoles.”

ESCRITO PUBLICADO EN EL ARRIBA nº 25 de fecha 26 de diciembre de 1938.

En este escrito hace José Antonio un impresionante, detallado y excelente análisis del socialismo revolucionario, socialismo burgués y de todas las derechas y su posible unión ante las elecciones que se realizarían en febrero de 1936>; y del que queremos destacar la siguiente frase:

“La democracia, hija del liberalismo, ha matado a su padre. Esto no sería malo, lo malo es que lleva camino de matar también a la libertad. Para rescatarla hay que volver a las luchas originales: a la fuerza. Pero para esos menesteres los partidos liberales no sirven. Y así van desapareciendo del mundo.”

RESPÙESTA DE JOSE ANTONIO A UNA PREGUNTA DEL FISCAL EN EL JUICIO/FARSA QUE LE SUPUSO LA CONDENA A MUERTE Y DESPUES SU EJECUCION/ASESINATO.

EL FISCAL:
¿La finalidad de esa nueva agrupación política no era otra cosa que sustituir al Estado democrático que el pueblo se dio por otro autoritario o imperialista, que propugna Vd. en su ideario político?

JOSÉ ANTONIO:
“Desde luego el sistema constitucional de Parlamento y todo eso, sí. ¿Cómo voy a ocultar semejante cosa? No por un sistema, sino por un Estado Sindicalista; lo cual quiere decir esto, como todo el mundo sabe. Las personas que suponen que el régimen capitalista está en quiebra, en sus últimas manifestaciones, entienden que este régimen capitalista tiene que dar paso a una de estas soluciones: o bien a la solución socialista, o bien a la solución sindicalista. Poco más o menos, los socialistas entregan la plus-valía, es decir, el incremento de valor del trabajo humano a la colectividad organizada en Estado. En cambio, el sistema sindicalista adjudica esta plus-valía a la unidad orgánica del mismo trabajador. Se diferencian los dos del sistema capitalista actual, en que éste la adjudica al empresario, al que contrata el trabajo. Pues bien, como la Falange Española ha creído desde un principio, en que el sistema capitalista está en sus últimas manifestaciones (Una conferencia que encontraréis en las páginas de "Arriba", quizá una coyuntura decisiva ante la historia política del mundo, que pronuncié en Madrid ante seis o siete mil personas) y que, precisamente esta es la crisis de nuestra época al decidirse por uno de esos dos sistemas optó por el sindicalista, porque creo que conserva en cierto modo el estímulo y da una cierta alegría de trabajo a la unidad orgánica del trabajador. El socialista parece que burocratiza un poco la vida total del Estado, pero esto, como se ve, es actitud lícita. El mundo está lleno de partidos. El carlista, tradicionalista, monárquico... que propugnan distintas maneras de entender el Estado. Fuimos procesados por sostener estas ideas y el Tribual Supremo de Justicia ya bajo el Gobierno, no actual, sino del señor Azaña y Casares Quiroga, y precisamente por la Sala Segunda del Supremo, que es la de más probada lealtad republicana, que está formada no por representantes de la carrera judicial, sino por elementos como Antón Oneca, discípulo predilecto de Jiménez Asúa, y notables jurisconsultos como el señor Crespo Cambra, nombrado por el Gobierno de la República, este Tribunal Supremo nos dio la razón y nos dijo que precisamente la Constitución permite que los españoles profesen distintas ideas políticas y prevé hasta la posibilidad de su propia sustitución. Ella misma habla de que puede ser sustituida por otra. Me parece que eso no es delito alguno.
Uno de los puntos, aparte nuestros juicios, determina que entendemos que la plenitud histórica de España es el Imperio. Pero según explica una conferencia de Rafael Sánchez Mazas, que es el primer intelectual de la agrupación, se entiende que nosotros no entendemos por Imperio una vasta extensión de país. Nosotros no somos nacionalistas; no creemos que una Nación, por el hecho de ser territorio y de que unos hombres y unas mujeres nazcan en él ya es la cosa más importante del mundo. Creemos que es una Nación importante, en cuanto encarna una Historia Universal. Por eso entendemos en el destino que Italia y Alemania expresan, valores universales, como lo representa Rusia, y éstas son Naciones. Las Naciones que ya han dejado de potenciar un valor histórico en lo universal, no nos interesan nada. No creemos que lo sean por el hecho de que ya están y se hallan enclavadas en una superficie de tierra. Creemos que eso tiene que representar una función universal; Imperio, es decir, trascendental, que salga más allá de sus fronteras, de su tierra, de sus piedras, de sus elementos naturales.”

Como se ha podido comprobar hemos citado a José Antonio en los años 33, 34, 35 y 36, para que no haya duda en cuanto a las épocas y la evolución de sus pensamientos hasta asumir enteramente la doctrina del JONSISMO, demostrando que son innumerables las posiciones enfrentadas del Nacional Sindicalismo, La Falange y sus fundadores con la democracia, los sufragios y los parlamentarismos.

Nosotros (TNS) únicamente hemos tratado de demostrar en este trabajo que la doctrina Nacionalsindicalista tiene valor por sí misma y no por cómo se la etiquete. Hemos citado a José Antonio Primo de Rivera con el único propósito de demostrar a los que se denominan “Joseantonianos” excluyendo del pensamiento nacional sindicalista a todos los que no sean el propio José Antonio, que están en un error al separarse de los términos y los propósitos del totalitarismo y el autoritarismo.

La idea de La Falange es Imperial por su universalidad y por ser revolucionaria debe ser implantada y nunca sometida a sufragio, debe ser totalitaria porque se realiza de manera total sin admisión de otras opciones posibles, y debe ser autoritaria porque los valores eternos y absolutos deben ser implantados y defendidos eternamente y totalmente con autoridad.

Somos conscientes de que siempre saldrá algún iluminado con la frase de José Antonio de que es lógico que España aspire a una democracia prospera y placentera sin hacer la más mínima filosofía de que, mientras la pronunciaba, también estaba defendiendo la memoria de su padre al servicio de España mediante un régimen totalitario prospero y placentero, porque el Directorio Cívico/Militar capitaneado por el General Miguel Primo de Rivera trajo a España una grandísima prosperidad social y fomento de obras públicas, además de la Paz al terminar con una victoria la guerra de África.

José Antonio busca soluciones para España, y de sus pensamientos junto con los de Ramiro, Onésimo, Julio, etc. sale la solución definitiva que es el Nacionalsindicalismo. La democracia, como cualquier régimen o sistema político, es un simple medio o herramienta, la cuestión es que sean medios útiles y sirvan. Citamos esa frase arriba mencionada con la certeza de que algún “demócrata” la sacará a relucir a modo de victoria democrática.

Ninguno de nuestros fundadores, ni el Nacionalsindicalismo ni La Falange en todas sus fases han creído nunca en la democracia y sus sufragios.
Ya está explicado y demostrado, lo que sucede es que hay muchos que ignoran donde está la luna y al preguntar por ella si se la señalamos con el dedo, por más que lo intenten nunca la descubrirán, porque en lugar de mirar la luna se quedan mirando al dedo.

Carlos Rodríguez. Jefe Nacional del TNS

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