¡¡Que se jodan!!

¡¡Que se jodan!!...eso parece ser fue lo que dijo ésta señorita cuando se anunció la reducción de la prestación a los parados. Luego se justificó, diciendo que el exabrupto iba dirigido a los bancos socialistas. Viendo la estirpe familiar no me extrañaría que el ya famoso: "que se jodan" fuese dirigido a los parados.

Voy a echar una lanza a favor de la hideputa de Fabra. Pues si, que se jodan. Que se jodan los parados. Que se jodan los funcionarios. Que se jodan los maestros. que se jodan los transportistas. Que se jodan los agricultores. Que se jodan los pescadores. Que se jodan los mineros. Que se jodan los trabajadores de los astilleros.Que se joda...la sociedad en general. Que se jodan esos 25 millones de españoles que una vez y otra votan al PP y al PSOE. Que se jodan todos aquellos que con sus decisiones cada cuatro años nos han traído hasta aquí. Que se joda hasta el patriotismo que no hemos sabido en estos 25 años articular nada serio para impedirlo.

Que se jodan todos aquellos que nos han traído con sus votos la corrupción democrática, la inmigración masiva, la usura de la banca, el separatismo, el terrorismo, la manipulación histórica y por ende el borreguismo. Que se jodan por habernos traído todo ésto a cambio de la "libertad"¿? y no sufráis porque dentro de cuatro años podréis decidir quien os vuelve a decir que os jodáis y quien os vuelve a robar.

Como dijo Jose Antonio en el discurso de la Comedia: el Estado liberal vino a depararnos la esclavitud económica, porque a los obreros, con trágico sarcasmo, se les decía: "Sois libres de trabajar lo que queráis; nadie puede compeleros a que aceptéis unas u otras condiciones; ahora bien: como nosotros somos los ricos, os ofrecemos las condiciones que nos parecen; vosotros, ciudadanos libres, si no queréis, no estáis obligados a aceptarlas; pero vosotros, ciudadanos pobres, si no aceptáis las condiciones que nosotros os impongamos, moriréis de hambre, rodeados de la máxima dignidad liberal". Y así veríais cómo en los países donde se ha llegado a tener Parlamentos más brillantes e instituciones democráticas más finas, no teníais más que separamos unos cientos de metros de los barrios lujosos para encontramos con tugurios infectos donde vivían hacinados los obreros y sus familias, en un límite de decoro casi infrahumano. Y os encontraríais trabajadores de los campos que de sol a sol se doblaban sobre la tierra, abrasadas las costillas, y que ganaban en todo el año, gracias al libre juego de la economía liberal, setenta u ochenta jornales de tres pesetas.