domingo, 10 de julio de 2011

AYER Y HOY; ALGO A LO QUE NO RENUNCIAR

O como también se dice el arte de lo irrenunciable. Nuestras tesis, son muy sencillas y probablemente las más moldeadas por el afán de recoger parcialmente o de forma sesgada, no creo que mal intencionadamente, el legado de José Antonio, para hacer Falanges a nuestra medida, a la medida de nuestra mediocridad al no saber hacer llegar a la gente, unos Principios tan sencillos.
Hoy igual que ayer triunfan las tesis materialistas de la vida. Ayer fueron las naciones con historia las que miraron a su pasado. Alemania y su raza; Italia y su Imperio Romano y España a través de nuestro nacional sindicalismo se fijó en el Imperio español y en lo que lo basó: la fe católica. Hoy ni a Alemania, ni a Italia y ni mucho menos a los nacional sindicalistas españoles se nos espera, más preocupados de moldear la doctrina que de llevarla a cabo tal y como se creó.
Nuestro Imperio y nuestra fe se fundamentan en dos principios: el hombre y la Unidad Nacional.
El Hombre como portador de valores eternos, valores eternos porque tiene un alma a través de la cual el Hombre puede salvarse o condenarse. El Hombre y el soporte de la sociedad, la Familia, son el eje de nuestro nacional sindicalismo. A ese Hombre se le respeta su dignidad, su integridad y su libertad. Su dignidad por ser hijo de Dios sin exclusión por sexo, raza o credo. Este Hombre alcanza la plenitud en la pequeña asociación de la familia y en la gran asociación de la Patria, como Unidad de Destino, como cuando evangelizamos América o cuando evitamos el peligro islámico. España no puede renunciar a ser católica. Por supuesto España tampoco puede ser racista, ya que nuestro principio de igualdad por ser hijos de Dios no nos puede permitir aceptar la superioridad de una raza sobre otra.
La libertad de ese hombre, es la capacidad para elegir el bien y no la libertad para elegir entre el el mal. El bien, esas verdades permanentes de razón. Ahí nada es relativo. No hay relatividad entre el bien y el mal y solo la verdad nos hace libres. La libertad y la dignidad del hombre sólo se alcanzan cuando se sirve. Vale quien sirve.
La Unidad Nacional. La Nación es un legado de nuestros antepasados ante la cual tenemos el legado de guardar y trasmitir a nuestros hijos y no tenemos ningún derecho sobre ella y mucho menos venderla, deshacerla o vejarla.
De ese respeto al Hombre y a nuestra Nación nace nuestro compromiso con la Justicia Social y por eso queremos una economía nacionalizada, para que ésta esté al servicio del hombre y nunca al revés como ahora está sucediendo.
Esto tan sencillo es lo que llevamos años intentando edulcorar y maquillar para que nos entiendan. Pues si no lo entienden, lamentablemente habrá que hacérselo entender.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Afirmo todo y cuanto has expresado en el articulo.El Nacionalsindicalismo será para bien o para mal el que pronunciaron Ramiro Ledesma y José Antonio,lo demás será otra ideología o movimiento pero no Nacionalsindicalismo.

ADOLFO ROLDÀN dijo...

El nacionalsindicalismo es una ideologìa que no debe de confundirse con ninguna otra.Estoy deacuerdo con lo que escribe Âlvaro.ARRIBA ESPAÑA

27 puntos dijo...

E X T R A O R D I N A R I O, así de sencillo.-

José Manuel (LOBO_IBERO) dijo...

Camarada Alvaro:

Con tu permiso, lo hago publico en mis loberas ciberneticas.

Un cordial saludo como siempre.

¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!