martes, 24 de febrero de 2009

ROSA DIEZ Y LA FALANGE



Desde la aparicion de este grupo en la escena politica,en algunos foros falangistas se ha abierto un debate,sobre si es una politica a la que seguir o no.En algunos de estos foros se ha llegado hasta pedir el voto para la vasca.No olvidemos que es partidaria del aborto,del matrimonio entre homosexuales y de otras aberaciones que podeis ver en este articulo de mi blog.

Despues de discusiones entre nosotros,se llega a la eterna discusion de siempre:DEBEMOS ABANDONAR NUESTROS SIMBOLOS EN POS DE LLEGAR AL ELECTORADO...y ahi nos enfrascamos creyendo descubrir la polvora.....ya está todo inventado y los inventos nos han traido hasta donde estamos.Entre esas discusiones aparece la reflexion de un forero,Hispanorrevolucionario en el Foro Ateneo, que hago mias en un 85% y que aqui os dejo:

"Yo pienso que no hay que abandonar ni los símbolos (yugo y flechas), ni el nombre (FE-JONS), ni la camisa azul (usada con moderación). Algunos decís "es que piensan esto y aquello de la Falange y no se acercan a conocernos". Yo les digo, que peor careta tenían los comunistas durante el franquismo, y sacaron en las primeras elecciones de esta partidocracia más de 20 diputados. El que tiene la conciencia tranquila por historia nada ha de temer. Peor historial tienen el PCE y el PSOE y ahí tenemos al superpoderoso PSOE partido de masas y multitudes haciendo de las suyas. ¿Que es lo que pasa? Que ellos tienen el poder, los medios de comunicación (de manipulación) y dan mala imagen de la Falange, recurriendo a mentiras, falsedades y manipulaciones de todo tipo. No importa. Nosotros tenemos otra cosa mejor. Tenemos, como decía Jose Antonio "la fe resuelta de que siguen viven las fuentes genuinas de España". Y direis ¿a cuento de que viene esto? Pues a cuento de que la gente se esta empezando a hartar de la situación, de la crisis, de los separatistas, de la ley de la memoria histórica y de toda esa porqueria junta. Y cada vez hay mas gente que ve que el PP no es solución, y por eso algunos creen que la solucion es UPyD, sin pararse seguramente en muchas ocasiones, ni a leer su programa. No obstante ese crecimiento de UPyD no hace sino mostrar el descontento de la gente. Y empezaran a buscar soluciones fuera. Eso tenerlo seguro. Y en los partidos marxistas no veran esas soluciones, porque siguen con la misma cantinela de la lucha de clases, porque mantienen politicas de inmigracion de puertas abiertas que perjudican a los que podrian ser sus votantes: sectores obreros que tienen convivencia diaria con todos los problemas de España. Y tarde o temprano, veran que UPyD tampoco es la solución. Y ahí tenemos que estar nosotros. Ahí tenemos que estar vendiendo el Patria Sindicalista cuando salga, y moviendonos por todas las provincias. Y que los españoles vean las soluciones que proponemos. Y ellos solos, hartos del sistema, se daran cuenta de la cantidad de mentiras que se vierten sobre la Falange. Pero para ello hay que moverse. Hay que ganar un minimo de apoyo popular que permita tener grupos de camaradas activos en todas las provincias, con actividades periodicas. Y cuando vean las soluciones les importara un pito que el partido se llame Falange Española o Partido del Cochecitoleré. Simplemente le apoyaran. Y se acercarán desde los dos lados:

1º-Sectores de la población española que son de derechas y que saben de la manipulacion que se hace en los medios de comunicación sobre la Falange. Y que aunque ellos crean que es una cosa y luego vean que es otra, ya tienen la base de patriotismo y defensa de una serie de valores. Solo les falta la Justicia Social. Y cuando vean en qué consiste el sindicalismo como modelo económico muchos la apoyaran. Como le ha ocurrido a tanta gente, que en un principio se acercan a la Falange por patriotismo y luego ven que hay un contenido social espectacular y se quedan y dicen "esto es mejor que lo pensaba antes, es mas completo". ¿A cuantos de vosotros os ha pasado eso? ¿A ti te ha pasado, verdad Moncayo? A mi me ha pasado, ¿y a ti tambien Rafa T.? ¿Y a ti 27puntos? Y ahora defendemos a capa y espada el sindicalismo y nos oponemos al capitalismo ¿a que si? pues eso.

2º-Por otro lado estan los sectores de la población española que son de izquierdas, y que descubren la Falange de casualidad. La ven y dicen ¡joer, esto si que es justicia social!¡a mi me han engañado! y si tienen amor por España (¡cuantos miles de personas votan al PSOE y les duele el separatismo!) y se convencen de la maldad del aborto se quedarán, desengañados de un marxismo que no hace nada por ellos y de un PSOE vendido al gran capital y a la Banca. ¿Acaso no os ha pasado eso a algunos de vosotros? ¿Verdad Francisco? ¿no es así Executer? ¿y a ti te paso algo parecido Azulmahón? Y ahora a ver quien se mete con España con ellos delante. Si se piensa en cambiar de nombre y dejar los símbolos, aparecen varios problemas:

1º- Que la gente que pudiera pensar (hartada del PP) en Falange como alternativa no se acercará. Porque buscaran a la Falange y no la encontraran. O solo la veran en grupos que aceptan el capitalismo como sistema económico (lease Frente Nacional).

2º-Que el nombre podría ser usado por otros, manipulandolo.

3º-Que aunque el mensaje siguiera siendo el nacionalsindicalismo, con otro nombre, hay gente que sabe de política, y se daran cuenta enseguida, y diran ¡esos son los falangistas solo que con otro nombre! ¡tened cuidado! ¡que no os la cuelen! y todos los que sean de izquierdas no se acercaran. Ni los independientes o apolíticos, porque los mantendran en alerta los listillos de turno.

4º-Que nosotros mismos nos delataremos. ¿Dejaremos de vender libros como Jose Antonio entre odio y amor? ¿Y las obras completas de todos los fundadores? Entonces la solución es la que es. Seguir con nuestros símbolos, con nuestro nombre, con nuestras ideas. Procurando que no haya excesiva coreografia, que muchas veces eso hecha para atras y es mejor reservarla mas para actos internos, pero si con nuestros periodicos alternativos, y con nuestra bandera de Falange. Y si algo he aprendido en el tiempo que llevo rondando por estos lares, es que si hay algun impedimento (ajeno a la imagen que ofrezcan los medios y a la manipulacion de ciertos grupos) que nos impida crearnos un mínimo (hablo de 6 o 7 mil afiliados, de 40 o 50 mil votos) de base social que nos permita mas adelante movernos con mas fluidez, ese impedimento somos nosotros mismos. Y hay que moverse, cada uno en la medida de sus posibilidades, sin forzar. Pero hay que moverse, porque el movimiento se demuestra andando. Y si no se anda, no hay movimiento."

Como dije estoy de acuerdo en un 85% del texto y al 100% en cuanto al abandono de simbolos,porque la Historia nos dice que abandonar los simbolos ha supuesto quedarnos sin clientes y no captar ni un cliente nuevo

domingo, 22 de febrero de 2009

23-F:HABLA TEJERO

Mañana que se cumplen 28 años del mal llamado intento de Golpe de Estado, queria reproducir aqui y en su honor, la carta que el Tte Coronel escribió al diario ABC en Marzo de 1981, desde la Carcel Militar de Alcala de Henares.Carta que con otras y con datos de su vida y de su familia,podeis visitar en la pagina: "Antonio Tejero Molina:¿es un delito defender a España?" Ahi va la carta que no tiene desperdicio:
En el Ejército, lo primero que se hace antes de iniciar una relación entre varios es presentarse con el nombre, grado y destino, como pequeño adelanto de la personalidad del militar; y como por circunstancias harto conocidas me encuentro en boca de muchos de mis compatriotas, quiero presentarme ante ellos para que, de esta forma, lo más objetivamente que pueda hacerlo, sepan algo sobre quién es Tejero y las circunstancias que le rodean.
Ante ustedes, no por voluntad propia, sino por avalares del destino, se presenta Antonio Tejero Molina, militar español, para quien ante el sacrosanto nombre de España todo lo demás, excepto Dios, queda oscurecido de tal forma que apenas sí se ve, de tal forma que por ella, por España y cuanto representa, río, sufro, trabajo, vivo y si es necesario muero con alegría.
Que el sentirme español sea para mí el más preciado título, tiene una sencilla y demostrable explicación: es que España es tan grande, tan hermosa... Es grande en su historia, hermosa en sus tierras, rica en sus campos, fecunda en sus gentes y divina en su lengua: ¡El español! Me he recreado miles de veces mirando con avaricia sus tierras; y lo mismo me ha estallado el alma de orgullo ante sus altivas montañas, que ante sus verdes y sosegados valles de Vascongadas; lo mismo se ha perdido mi ilusionada mirada en su inmensa llanura manchega, que he creído volar desde lo alto de los Picos de Europa; lo mismo me he tostado bajo el sol en sus playas de Málaga y de Maspalomas, que me he quemado con sus nieves en Candanchú y en el «Escaparate»; me he empapado durante años con el agua de sus cielos de Galicia, de la misma forma que me he abrasado al sol de su hermosa “siberia” extremeña...
Y la belleza de sus rías, y el fragor de sus minas, y el bullicio de sus ciudades, y el sosiego de sus pueblos, y el sabor de sus vinos: Jerez, Rioja, Jumilla, Priorato, Rueda y Ribeiro...; y el gusto de sus guisos: fabada, cocido, escudilla, gazpacho, caldereta, pote, marmitako, sancocho... Comidas y bebidas de una raza bravía cuyos machos han llegado a ser dioses y ejemplo de heroínas sus hembras.
Y de su tierra a su historia, ante la que, señores, ¡hay que descubrirse! Todos sabemos que desde los Reyes Católicos fuimos una gran nación, que no tardó en convertirse en grandísima. Tan grande era que en ella no se ponía el sol; y alumbró entonces nuevas tierras y se entregó generosa a aquellas hijas de más allá del océano, que son hoy pueblos hermosos que recuerdan a la Madre Patria que les dio el ser, que la recuerdan en español, y que en español, y a la sombra de la cruz, rezan sus hijos.
Desde entonces, nuestra Patria ha caminado siempre por la Historia sacudiéndose el yugo cuando intentaron ponérselo, porque al grito de «¡La Patria está en peligro!» ha tenido siempre prestos a sus hijos para volver a convertirla de meretriz en soberbia matrona. Y es esa Historia la que nos grita: «¡Mirad a España!, pero mirad sintiéndola, para que se nos grabe en el alma, para llevarla eternamente en nuestros sentidos.» «¡Mirad a España!, pero viéndola en sus tierras, oyéndola en sus cantares, descubriéndola en su Historia, abrazándola en su bandera, rezando en sus templos, mirando sus cielos, trabajando sus campos, amando a sus gentes, comiendo sus guisos, bebiendo sus caldos, sudando bajo su sol y tiritando sobre su nieve.»
«¡Mirad a España! besando a sus hembras y pariendo a sus hijos.» Solo así te sentirás español. Español a quien le duele España. Y hoy nos duele porque no nos gusta como es. Hoy nos duele porque España tiene que ser una y grande y no muchas y rota. Nos duele porque antes era alegre y ahora está asustada, y porque antes tenía trabajo y paz para sus gentes y ahora tiene paro y sangre en sus tierras; porque antes era respetada y ahora es el «hazmerreír» de los extraños; porque antes estaba gobernada y ahora tiene a unos dirigentes que, en vez de repartir paz, trabajo y justicia social —y también de la otra— discuten tan ricamente desde sus cómodas poltronas el sexo de los ángeles..., y eso, amigos, como español, duele; ¡duele hasta reventar!
Pero volvamos a mi presentación. Este español dolorido nació en Málaga hace cuarenta y ocho años, se crió en Alhaurín el Grande, «el lugar», como le decimos; nació de la clase media, bueno, eso creía yo hasta que protestaron otros diciendo que mi clase no era la media, sino la baja, de acuerdo con mis antecedentes. El caso es que nací hijo de honrados maestros y nieto de sufridos labradores, y si tales antecedentes me sitúan en la clase baja, así lo admito y de ello me enorgullezco, pues no debemos ser malos cuando, poco a poco, vamos subiendo y progresando...
Estoy casado con una maravillosa mujer, hija de guardia civil y maestra de profesión y vocación, honrada y española como la que más, una mujer religiosa y prolífica que ha enriquecido nuestra unión con seis hijos que son nuestro orgullo y nuestra fortuna, educados todos ellos a la sombra de la cruz y en el amor a su Patria. En partes iguales se distribuye nuestra descendencia: tres varones y tres hembras; de aquellos, uno ya es militar, y de éstas, dos están casadas, también con militares; un nieto y otro en camino aseguran la prolongación de la familia. A la vista de todo ello es fácil sacar en conclusión que soy un hombre completamente feliz.
Aunque no soy monárquico, no me importa que mis amigos lo sean porque acepto cualquier forma de Estado, incluida la Monarquía, siempre que conduzca certeramente a mi Patria. Amo la vida y la libertad. Me gusta el orden. Soy católico practicante sin ser beato, y aunque no sea la mía una familia de mucho «rezo», todos los días damos gracias a Dios por los alimentos que permite llegar a nuestra mesa y bendecimos su nombre en familia al final de cada jornada. Políticamente no estoy encuadrado en ninguna ideología. Mi única política es España: su paz, su orden, su trabajo y su grandeza. No quiero nada que no haya ganado con mi sudor, y respecto a los demás, deseo que cada uno tenga lo que se merece, y me inclino por el más débil, no en una relación paternalista, sino en un plano de igualdad humana, de hombre a hombre.
En el trabajo y en el servicio soy duro para conmigo mismo y lo soy también para con tos demás, por ello, generalmente, no dejo pasar las faltas, las castigo, sin rencor pero sí de acuerdo con mi sentido de la justicia; por eso ni he guardado ni guardo rencor a quienes me han castigado si merecí el castigo. Entre mis grandes preocupaciones está la de la justicia social, pero sin demagogia; como cristiano sé que todos los hombres somos iguales, que lo único que cambia es aquello que Ortega y Gasset llamaba las circunstancias; por eso no creo en la existencia de razas privilegiadas, creo en los hombres y, sobre todo, creo en los españoles, y por lo que a mí se refiere, creo tener una enorme capacidad para encajar los reveses con la sonrisa en los labios, sin desfallecer nunca.
Tengo también defectos, quizá demasiados, pero de resaltar éstos ya se encargarán otros cumplidamente...
Creo que he hablado ya lo suficiente de mis orígenes, mi vida familiar y los pilares fundamentales de mi pensamiento como hombre y como español; quiero concentrarme ahora en mi condición de militar. Desde siempre quise ser militar, aunque no había precedente alguno en mi familia. Fue en 1951 cuando conseguí mis cordones de caballero cadete de la Academia General Militar. Aún ahora, en peligro de poder perder el uniforme, me parece mentira verme con los cordones en la mano, en la mano porque en el corazón los he llevado siempre.
Sin vanidad alguna por mi parte, pero sí con la obligación moral de salir al paso de quienes afirman que son militares los que no sirven para otra cosa, tengo que decir que fui un buen estudiante de Bachillerato, como certifican las abundantes matrículas de honor de aquellos años en los que se iniciaba mi expediente académico. Ya en la Academia General fui, durante tres años, cabo galonista por pertenecer a la primera promoción de la Guardia Civil, Cuerpo militar por entero, aunque yo siempre deseé que fuese Arma; Cuerpo militar español por su origen y creación, benemérito porque lo ha ganado a pulso y heroico porque lo ha demostrado a través de gestas como Santa María de la Cabeza, el Alcázar de Toledo, Oviedo y Tocina, que si cada una por sí misma sería suficiente, forman en su conjunto un póquer de ases que bien ganó para la Guardia Civil el titulo de heroico Cuerpo militar.
Durante mi permanencia en la Academia me enseñaron todo lo que ahora pongo en práctica y constituye el eje de mi vida, aunque mis profesores parecen haberlo olvidado. ¡De desmemoriados anda el mundo lleno! Lo cierto es que de aquellos profesores, hoy desmemoriados, aprendí el culto al valor, a la dignidad, al honor, a la Patria, a su unidad y a su bandera, y también el culto a nuestros muertos. Y me va a permitir el lector que haga un pequeño aparte para decir, en voz baja, confidencialmente a quienes tales enseñanzas me dieron: Señores desmemoriados ¡voy a tener que darles rabillos de pasas!
Tras este pequeño paréntesis, hecho gracias a la paciencia de los pacientes lectores, vuelvo a aquellos años de mi vida en la Academia General de la que salí teniente en diciembre de 1955. Cataluña fue mi primer destino, y allí permanecí durante tres años. Cataluña era por aquellos años uno de los últimos reductos del bandolerismo español, con personajes como Sabater, Facerías y «Caraquemada», entre otros. Y cumpliendo aquel primer destino surgió la campaña del Sahara-Ifni. Poco tardé en redactar mi instancia (una instancia cuya copia conservo) solicitando mi incorporación a la Policía Territorial del África occidental española, pero mi petición fue denegada con la justificación de que estaba prestando servicio en zona de bandoleros de la que no se podía distraer esfuerzo alguno.
Y de Cataluña, a Galicia. Al ascender a capitán en 1958 me incorporé a una de las compañías del Miño, zona contrabandista de duro y sacrificado servicio. Allí me salieron las primeras canas y allí gané la primera cruz. Vélez-Málaga fue el siguiente destino, y después de Andalucía, Canarias; en 1963, con el ascenso a comandante, llegó el destino a Las Palmas de Gran Canaria. Badajoz fue la etapa siguiente de mi vida militar; allí pasé los años más apacibles de mi carrera, y de Badajoz he dicho siempre que es la tierra donde no nací pero en la qué sí me gustaría morir. Allí crecieron mis hijos y allí se terminó la lista de ellos con nuestro Juanico... por lo menos eso creo yo.
El ascenso a teniente coronel en 1974 iba a tener una importancia decisiva en mi vida militar. Fui destinado a Guipúzcoa y allí me incorporé el mismo día que se celebraba el funeral por el cabo Posadas. Aquella circunstancia debió ser como una premonición de la honda transformación que en mí iba a producirse; fue en aquellas tierras donde me convertí en un verdadero guardia civil, fue allí donde pude darme cuenta, en toda su dimensión, del temple, la disciplina y el valor y la gallardía de nuestros guardias; y fue allí, ante cada uno de los féretros, ante cada uno de los cadáveres de nuestros hombres, caídos por la insensatez de nuestros dirigentes, donde me hice la solemne promesa de no quedar en paz con aquellas víctimas heroicas hasta no igualar, al menos, su sacrificio.
Fue allí, en aquellas tierras, donde prediqué a mis hombres con el ejemplo, como a mí me gusta que me prediquen, ¡mojándome el primero! Allí vestí y paseé mi uniforme y mi tricornio con mayor orgullo que en ningún otro lugar de España. Siempre llevé en mis salidas el coche negro de servicio con la matrícula PGC y el letrero de «Servicio oficial». Fue allí donde más descubierto estuvo mi pecho, sin camuflaje alguno, porque tampoco estaban camuflados mis guardias de control; uniformado reglamentariamente visité los barrios viejos de San Sebastián y Vitoria, cuyas dos Comandancias mandé; vestido de uniforme fui también en ocasiones a las salas de fiestas en las que, en sus jornadas libres de servicio, disfrutaban mis guardias con la sana alegría de la juventud. Y nunca, ¡nunca! recibí de uniforme insulto alguno.
Pude haber sido tiroteado. No desconocía el riesgo y difícilmente podía olvidar a todos y a cada uno de los hombres muertos. Pero el riesgo es siempre inherente a nuestra carrera. Muchas veces he dicho a mis hijos que la vida es preciosa y que una de las cosas que más la engrandecen es el saber que se la puede uno jugar por algo que merezca la pena.
Durante mi estancia en Vascongadas fueron cerca de veinte las víctimas que hizo el terrorismo en el Cuerpo de la Guardia Civil, aunque de ellos solamente el cabo Frutos estaba a mis órdenes. Luché contra la ETA con todo mi afán, sin conceder descanso alguno a los terroristas, para que no pudieran pensar ni reaccionar; nuestra lucha no admitía tregua alguna, pero era, también por nuestra parte, una lucha limpia, enfrentada a la sucia lucha de los terroristas. Así y todo se logró detener a ciento cuarenta etarras, todos los cuales salieron en triunfante libertad gracias a la amnistía.
Sí, a lo largo de mis años de destino en Vascongadas tuve que asistir a demasiados entierros; eran mis hombres aquellos cadáveres, y es cierto, como dijo en alguna ocasión la Prensa, que besé a mis muertos; sí, los besé, aunque la mayoría de aquellos guardias muertos no tuvieran apariencia humana, como consecuencia de las explosiones que habían segado sus vidas. Sí, es cierto que los besé, y que mis labios se llenaron con su sangre de mártires; y es cierto también que mi hijo los besó, y allí, que yo sepa, nadie sintió náuseas. Aquello era para hombres y allí, que yo sepa, no había ninguno que no lo fuera.
También fue durante mi permanencia en Vascongadas cuando se llevó a cabo la legalización de la bandera separatista, esa bandera que ahora llaman las izquierdas «banderola», y que entonces antepusieron a la bandera de España. Aún estaba caliente la sangre del cabo Frutos cuando fue legalizada la bandera separatista y aquello me indignó, creo que justamente. Mis guardias y yo pasamos la peor noche de nuestra vida. Salimos varias veces a rescatar banderas españolas ultrajadas, en contra de las órdenes recibidas de no salir por ningún motivo. Una de esas banderas que pudimos rescatar medio quemadas preside desde entonces mi hogar.
Pensar que la «banderola» iba a ondear por encima de la sacrosanta bandera española me hizo saltar contra los culpables y aquello me costó un mes de arresto en Madrid y el cese en el mando de la Comandancia.
El siguiente destino fue la Jefatura de la Comandancia de Málaga, mi patria chica. Y allá nos fuimos con toda la ilusión del mundo. Había allí un pabellón precioso para mi mujer; allí estaban mis padres; allí estaban los amigos. Se reunían, en fin, muchas circunstancias para que en la Comandancia de Málaga pudiera encontrarme a gusto. Pero seguían los asesinatos y las tropelías en nuestra España. Las víctimas iban sumándose en cantidades que yo difícilmente podía soportar, aunque no falten quienes se tragan esas cifras sin pestañear, ¡allá sus estómagos!
Un atentado terrorista se cobró tres vidas: el señor Unceta, un hombre cabal, y dos guardias civiles. Y en aquella misma jornada me anunciaron que iba a haber en Málaga una manifestación en apoyo de la mayoría de edad, en definitiva, uno de esos «escandaleras» que organizan los marxistas y a los que acuden para gritar «¡Amnistía!»
Aquello me pareció una provocación, un comportamiento que no podía aguantar. Intenté por el diálogo evitar que la manifestación se celebrase, pero, aunque me dijeron que iba a ser trasladada a otro día, comprendí que trataban de engañarme y, ya al filo de iniciarse la manifestación, le dije al gobernador Civil: «Hoy España está de luto... Mañana seré un arrestado, pero hoy no se profana a mis muertos.» Y así me jugué la mejor Comandancia que he visto, porque disolví la manifestación, sin violencia, porque no fue necesaria más que la decisión y la firmeza reflejadas en los ojos de los hombres que componían mi fuerza. Aquellos hombres actuaban con energía y con la confianza en su mando, sabiendo que no iba a dejarles en la estacada, y está demostrado que cuando hay autoridad y decisión es innecesaria la violencia; solamente después de reculeos y blandenguerías es imprescindible la violencia. En fin, mi actuación me trajo un mes de arresto y el cese en el mando.
Marché a mi retiro extremeño, porque soy de carne, y en ésta me dolía lo que había perdido. Allí, en mi retiro extremeño, sin esperarlo, llegó el nombramiento de jefe de la Agrupación de Destinos de la Dirección General del Cuerpo. No era el mando ansiado por mí, pero era un mando. Y así llegué a la Villa y Corte, y así empecé a respirar en tres dimensiones lo que a las provincias solamente llega en dos. En Madrid tuve oportunidad de leer un proyecto de Constitución en el que faltaba Dios y sobraban «nacionalidades». Escribí inmediatamente una carta al Rey pidiéndole que aquel proyecto no saliera adelante y pidiéndole que no corriera más sangre... Catorce días de arresto y nuevamente en peligro mi destino. Entonces tomé un café con tres amigos y otro más, que, pareciendo serlo, resultó un vulgar delator; tomamos café en la cafetería Galaxia y... diecinueve meses de prisión efectiva, siete de ellos legal.
Me encontré nuevamente disponible y en Madrid, respirando a boca llena, durante las veinticuatro horas del día: asesinatos, atracos, trabajadores en paro mendigando por las calles, por las plazas y en las estaciones del Metro; veinticuatro horas al día viendo humillados a muchos de los que hasta entonces había considerado hombres dignísimos, viendo actos de cobardía, de indiferencia ante todo; veinticuatro horas al día oyendo los ladridos furiosos de los cuarenta sectarios que emponzoñan a nuestro pueblo, oyendo los crujidos de los cimientos de la Patria y oyendo el relato de las continuadas profanaciones de banderas. Disponible, viendo a lo largo de las veinticuatro horas a esas pandillas de jóvenes degradados por la droga, a esas muchachas que sin haber consumido su niñez han perdido ya el ansia de vivir porque ya todo lo conocen, aunque lo hayan conocido mal, y enfermos que piden un tercer sexo, y pornografía a raudales, degradando a la mujer y al hombre, y desprecio hacia nuestros mayores, irreligiosidad.
Todo eso es lo que vi en esas largas horas de mi situación de disponible, y pensé que no tenía derecho a dejar a mis hijos una Patria empobrecida y degradada, porque de mis padres recibí esta Patria en perfecto estado. Y pienso que si hay que liarse a tortazos, debo y quiero ser yo quien los dé y los reciba, y no reservárselo a mis hijos, que ellos tendrán los suyos a su tiempo...
Conocí a personas que se encontraban en circunstancias parecidas; que sufren por España, que aún tiene arreglo si se acaba con el separatismo, si se termina con el terrorismo y con el terror callejero, si se pone fin al paro mediante la adecuada utilización de la riqueza que en España existe.
Para ello solamente es necesario ser honrado y obligar a los demás a que lo sean, porque se puede gobernar imponiéndose con autoridad.
Por todo ello, a las 18,24 horas del día 23 de febrero de 1981 entré en las Cortes Españolas, hice público un comunicado explicando el porqué. Decía así:
«Españoles: las unidades del Ejército y de la Guardia Civil que desde ayer están ocupando el Congreso de los Diputados a las órdenes del general Miláns del Bosch, capitán general de Valencia, no tienen otro deseo que el bien de España y de su pueblo. No admiten las autonomías separatistas y quieren una España descentralizada pero no rota. No admiten la impunidad de los asesinos terroristas contra los que es preciso aplicar todo el rigor de la Ley. No pueden aceptar una situación en la que el prestigio de España disminuye día a día. No admiten la inseguridad ciudadana que os impide vivir en paz. Aceptan y respetan al Rey, al que quieren ver al frente de los destinos de la Patria, respaldado por las Fuerzas Armadas. En suma, quieren la unidad de España, la paz, orden, seguridad. ¡Viva España!»
Salí de las Cortes el día 24 de febrero, después de que el secretario de la Junta de Jefes de Estado Mayor firmara, con el consentimiento de la misma, y en presencia de mi director general, Aramburu Topete, un documento, que conservo, eximiendo de toda responsabilidad a soldados, guardias, cabos y suboficiales y hoy, a pesar de ese documento, sigue habiendo guardias detenidos, y lo están también todos los cabos y suboficiales. Se les busca culpabilidad cuando allí todo lo que se hizo fue por orden mía, sin tener en cuenta que no pudo ser más limpio ni más caballeroso el comportamiento de la fuerza con los diputados.
Yo me he declarado responsable de todo. Yo ordené los disparos. Yo ordené a todo el mundo que se tumbara en el suelo. Yo distribuí y ordené los servicios y los vigilé. Mi fuerza sabe que conmigo no se juega, y en mi poder está ese documento que exime de responsabilidades a guardias, cabos y suboficiales. ¡Señores, soy el único responsable de lo sucedido dentro de las Cortes! ¡Señores, dejen ya tranquila una Fuerza de la que deben sentirse orgullosos ustedes y toda España, sea cual sea su color y su ideología! ¿No se pedía eficacia a. las FOP? ¡Pues ahí tienen ustedes eficacia!... Claro que las órdenes que recibieron fueron claras y enérgicas.
Por todo ello me encuentro hoy en prisiones militares para aceptar lo que España disponga de mi, con el ánimo sereno y la conciencia tranquila, mucho más tranquila de lo que puedan tenerla quienes debiendo no están aquí con nosotros.
Sea cual sea mi destino, ¡gracias España por permitir que te haya servido!

Alcalá de Henares (prisión militar) Marzo de 1981.
IMPRESIONANTE

jueves, 19 de febrero de 2009

LA RESPONSABILIDAD PENAL DEL MENOR POR DIANA LOPEZ-NOVELLE FUERTES



La situación del menor de edad, desde el punto de vista legal, ha sido objeto de profundos y variados cambios a lo largo de la historia del Derecho, motivados por la consideración de la falta de madurez y, por tanto, de capacidad para interiorizar las normas. Se entiende que el menor no tiene el mismo grado de discernimiento que el adulto, no asume el sentido de la ley ni entiende las consecuencias jurídicas de la infracción penal. Como tal, el menor debe estar regulado por un sistema legal diferente al de los adulto, y con unos objetivos particulares. La problemática surge en torno a la capacidad de discernimiento debido a que ésta se va adquiriendo desde la infancia de forma progresiva hasta alcanzar la mayoría de edad, momento en que se entiende que la persona tiene "plena madurez". Este fenómeno ha obligado, no solo a diferenciar a los menores de edad de los adultos (personas que han alcanzado la mayoría de esdad), sino también, y como consecuencia de dicha madurez, a clasificar a los menores y que tiene su consecuencia directa en la responsabilidad criminal de los delitos. Pero, ¿cómo se aplica la ley del menor a unos asesinos, descerebrados, como los asesinos de Sandra Palo o de Marta del Castillo? En el caso de Sandra Palo, el apodado Rafita - hoy en la calle- y compañía, sabían bien lo que querían, querían violarla y la violaron, sabían que era deficiente y se aprovecharon, y después se dieron cuenta que si la dejaban viva serían delatados y por eso la mataron como si de un perro se tratase. Estos hechos conllevan la suficiente cordura y madurez para certificar adultez en los asesinos que los cometieron. Jamás se es menor, jamás se tenga la edad que se tenga, cuando se asesina a conciencia, para obtener placer, alevosía y premeditación como el caso de Sandra. Al ser menores de edad, no confundir edad con capacidad mental, cumplen la condena en centro de menores hasta alcanzar la mayoría para luego cumplir sus penas en prisión de adultos (prisiones españolas consideradas pensiones de tres estrellas) Las leyes aplicadas afectan y mucho a las víctimas, las cuales ante las sentencias se sienten traicionadas, engañadas y acorraladas. Son víctimas de sus víctimas. Se juzgan por igual los hechos de homicidio que los de una absurda reyerta, sin tener en cuenta la Vida, única realidad y valor Universal, eterna e irreparable. Muchos se preguntan, si realmente la Justicia actúa en consecuencia a esta sociedad. Por ello, no podemos ruborizarnos si últimamente, ante los hechos tan espantosos a los que estamos asistiendo, se oiga más: CADENA PERPETUA.
DIANA LÓPEZ-NOVELLE FUERTES

martes, 17 de febrero de 2009

...Y NOSOTROS CALLADITOS....DE MOMENTO.

Copio y pego como no podia se de otra manera,el excelente articulo de mi camarada Rafael C. Estremera.Esta vez ni le he pedido permiso, ya que siempre que lo hago me lo concede de inmediato. Nuevamente Gracias Rafael y ahi va:
"Porque memoria -según verá quien lea- no puede ser, e histórica aún menos.Dice 20 Minutos -y tambien Público, entre otros panfletos- que el alcalde de Barcelona, un tal señor Hereu al que es de esperar que conozca su virtuosa madre y su no menos santa esposa, afirma que la demolición del monumento dedicado a José Antonio Primo de Rivera en la dicha ciudad, es aplicación de la ley zapatera, la cual establece la retirada de escudos, insignias, placas y otros elementos conmemorativos de la sublevación militar franquista y de la posterior represión.
Evidentemente, ni a los del cuartillo de hora ni a los del peripatético les llama la atención ninguno de los siguientes hechos:
Primero: que José Antonio no se sublevó, ni se unió al Alzamiento, ni tomó parte alguna en él. Por una razón sencilla y comprobable: ustedes, los rojos -Bermejo y Zapatero dixit- lo tenían encarcelado desde unos meses antes.
Segundo: aunque hubiera existido la represión que ustedes dicen, José Antonio no pudo tener parte en ella por una obvia razón: que ustedes, los rojos, le habían asesinado unos años antes.
Dicho esto, y a riesgo de desorientar a los posibles lectores, debo declarar que me alegro de la desaparición de ese monumento.Porque esta Barcelona separatista y cateta, hortera y snob de hoy, no merece tener en sus calles el nombre de José Antonio."

domingo, 15 de febrero de 2009

HABLA RAMON TEJERO (Hijo del Tte Coronel)



Despues de años de silencio,solo roto por su ordenacion sacerdotal (1989) y por el prologo del libro de Ricardo Saenz de Ynestrillas, ayer Ramón,uno de los hijos del Tte Coronel rompió su silencio.Como él dice en la carta publicada por ABC, empujado por las falacias vertidas en dos cadenas de televisión en esta semana.La carta es un ejemplo de amor,serenidad y como no, nueva certeza de la implicacion aquella noche de la figura del Rey.

Tanto y tanto mindundi que gana dinero a espuertas contando sus miserias en Television.¿os imaginais lo que pagarian por que Tejero rompiera su silencio?Como bien dice Ramon en su carta,de eso se aprovechan estos impresentables del Honor de tu padre.

CARTA DE RAMON TEJERO EN ABC

Aquel 23 de febrero de 1981, muy temprano, salimos de casa... Yo sabía lo que ocurriría... Sin embargo, el silencio era la expresión más simbólica del cariño que se puede dar a un padre que en esos momentos atravesaba unos de los momentos mas difíciles de su vida. Había vivido momentos de angustia, de terror. Noches en vela, acompañadas de desconciertos en una España que los españoles desconocían. Noches de zozobra que acompañaban a un hombre al cargo de las tierras vascas y con el encargo de acabar con el terrorismo... Muertes sin compasión de manos de ETA, traiciones de ideales, injusticias, quejas de viudas, órdenes para quemar una bandera que, después, fue legalizada y que causó tantos y tantos muertos...
Todo era incomprensible para un joven que creció con el dolor, la inquietud, el temor y el deseo irrefrenable de una España coherente... Ese joven era yo, ahora sacerdote de Jesucristo, pero sin dejar de ser hijo de mi padre, del cual me enorgullezco plenamente. Aquella mañana del 23 de febrero acompañé a mi padre a la celebración de la Eucaristía en la capilla que hay frente a la Dirección General de la Guardia Civil. Momentos de silencio, de oración profunda, de contemplación sincera de un hombre creyente que sabía cuál era su deber, que conocía las órdenes recibidas y que no quería por nada del mundo manchar sus manos de sangre (como así fue). Un hombre de uniforme, de rodillas ante el Sagrario y el altar del sacrificio: mi padre. Suponía para mí un ejemplo de gallardía que nadie me hará olvidar, el testimonio fiel de un creyente coherente con el juramento que había hecho años atrás... No había palabras, sólo silencio, recogimiento y oración sincera. Al salir de la capilla, con una mirada penetrante -y me atrevería a decir que trascendente-, contempló la Bandera Nacional y, con voz serena, tranquila y gallarda, me dijo: «Hijo, por Dios y por Ella hago lo que tengo que hacer...». Y, con un beso en la mejilla, se despidió de mí. Un beso tierno de padre, pero que también sonaba a despedida: la despedida de un hombre que teme que no volverá a la vida... y eso pensé yo también.
Y, con el gozo de amar a mi padre con locura, volví a mi casa para acompañar a aquella que simbolizaba -en aquel momento y siempre- los valores de la mujer fuerte de la Biblia: mi madre. Esa gran mujer que ha sabido hacer, de su existencia, una entrega victimal y heroica a Dios, a España y a su familia -valores en los que fue educada a lo largo de todo su vida y que sigue mostrando, en el otoño se su existir, con una entrega amorosa a todos nosotros-. Pasamos la mañana con serenidad... El silencio era la elocuencia de nuestro pesar, mientras que el tiempo se convertía, segundo tras segundo, en el traicionero «reloj» que nos hacía pensar en aquel momento. No sabíamos más ni menos. Realmente, nos dolía España, mi padre y el momento en sí; aunque nos tranquilizaba la certeza, según nos habían dicho, de que el Rey apoyaba y ordenaba tales hechos. Era un acto de servicio más, en un momento crítico, por el cual atravesaba nuestra Patria. Y pasó lo que toda España conoce y lo que los medios transmiten (aunque no con toda la veracidad que debieran). No voy a entrar en polémica... ni quiero, ni debo. Pero sí deseo aclarar algunos puntos que conozco, que siento míos y que viví con intensidad aquella noche. Y deseo hacerlo desde el sosiego, desde la paz que, cada día, me regala Cristo y desde la serena sabiduría de los años que te hacen asentar pasiones y discernir la verdad como realidad de la vida.
No voy a revelar nada del 23F, el silencio de mi padre me obliga a callar. Sin embargo, no puedo dejar en el olvido las grandezas de un gran hombre.
Es por ello que, ante las distintas informaciones y publicaciones de estos días en distintos medios de comunicación, quiero y deseo expresar lo siguiente: mi padre es un hombre de honor, fiel a sus principios religiosos y patrióticos; es coherente y sincero. Es un militar de los pies a la cabeza, consciente de sus responsabilidades, entregado a sus hombres. Es un hombre cumplidor, trabajador hasta el extremo, leal ante el significado de la palabra juramento y fiel al mismo. Es un hombre sereno, sencillo, disciplinado y amante de la verdad. No es violento, ni agresivo. Es templado, sensato, sereno, inteligente y capaz de discernir con coherencia una realidad aparentemente absurda e incoherente como parece que fue el 23F. Es un marido ejemplar. Un padre extraordinario. Un hombre excepcional. Un amigo fiel. Un español honorable y un cristiano sincero y veraz. Mi padre es mi padre. Me duele la falta de información y coherencia. Me duele ver cómo todos aprovechan el «silencio» de un hombre para intentar destruirle... quizá por miedo a su palabra... Me duelen tantos programas y tan poca veracidad...
Quiero a mi padre con locura. Es por ello que ruego y aliento a todos aquellos que creen en la libertad de expresión, para que sean tan audaces y coherentes como para publicar estas pobres palabras que tan sólo manifiestan los sentimientos de un hijo por su padre.
Un hijo que se siente orgulloso de su padre y de que éste se llame: Antonio Tejero Molina.

Ramon,de los que en esta vida uno de los Honores de los que disponemos es de conocerte y disfrutar de tu camaraderia,solo una cosa:Un abrazo y ¡¡Arriba España!!

lunes, 9 de febrero de 2009

EL P.P. Y LOS HOMOSEXUALES

En el sumun de la gilipollez, de la progresia, de lo politicamente correcto y sobre todo de la busqueda del voto facil, este impresentable de la foto ha nombrado Presidente de las Nuevas Generaciones en Almeria a un homosexual. El susodicho Presidente o Presidenta, ya que no sabemos quien ejerce las labores feminas en su mas que orgullosa relacion, ha declarado:"Soy gay y lo que hago no destruye la familia".Con dos cojones.Ademas de gay,pareces gilipollas y encima del PP.
En una pregunta del periodista que le hace la entrevista, dice lo siguiente:
Respecto a la Iglesia y como católico, ¿le parece que los matrimonios homosexuales ponen en riesgo la institución de la familia?:
Yo creo en la familia, es una institución que respeto y en la que vivo y crezco. No creo que por lo que yo haga corra ningún peligro. La familia ha pasado por muchos cambios y no se ha destruido, ahora tampoco va suceder.
Todo esto que valga para los "iluminados"que aun queriendo mantener los valores de la Familia,de la Patria y de la Tradicion piensen que es el PP el unico valedor de sus ideas.Con cosas asi,lo mejor es hacer lo que hago yo y muchos españoles,quedarnos en casa y ver como se matan entre ellos,pero como se decia en algunos mitines de Blas Piñar en los mediados de los 80:"No hay voto mas INUTIL que el mal llamado VOTO UTIL".
Pues lo dicho,seguid votando al PP.

miércoles, 4 de febrero de 2009

LA VERDAD DEL VALLE DE LOS CAIDOS

Esto es Historia y no la que nos han contado recientemente en TVE.
Como nunca se dieron datos sobre la construccion de la obra, un informe elaborado en 2006 por el socialista maltés,Leo Brincant para el Consejo de la Union Europea,"con objeto de que se condene internacionalmente a la dictadura franquista"insistia en cifras que,despues de muchas investigaciones han sido rectificadas.
Por ejemplo, el numero de presos politicos que trabajaron en las obras de Cuelgamuros a finales de 1943,segun la prensa de la epoca,era de 600 obreros.En el libro que escribio el arquitecto Director,D.Diego Mendez,se señala que:"durante los 15 años que duraron los trabajos intervinieron 2000 hombres, ni todos a la vez ni todos penados".O sea, es un error de bulto la cifra dada por TVE en su "Memoria de España"al decir que en las obras intervinieron 20000 presos politicos.
Los penados por delitos politicos eran un 10 % de los obreros.En 1950,se estos 200 obreros aproximadamente,acogidos libremente a la "redencion de penas por el trabajo"(6 dias de pena por dia trabajado),asi que 9 años antes de la terminacion de las obras,ya no quedaba en el Valle ni uno solo de ellos.Curiosamente,si quedaban presos comunes que quisieron beneficiarse de condiciones tan favorables para redimir sus penas.
En 1979,Franco ya desaparecido,Francisco Rabal comento que en los años 40 el unico trabajo que encontró su padre,de oficio tunelero,fué el de horadar el Risco de la Nava.Los Rabal,de ideas comunistas,estaban contratados y ocupaban viviendas que se habian construido para los trabajadores.
Gregorio Peces Barba estuvo viviendo allí.Su padre estuvo condenado a muerte y alli redimio condena.A los 4 meses el padre del politico recibio la condicional.En el dispensario estuvo otro preso para redimir la pena y ya libre decidio quedarse hasta el final de las obras;el Dr Angel Lausín.Su testimonio como medico en las obras:"en 18 años de faraonica obra hubo solo 14 muertos".Menos indice estadistico que la siniestralidad laboral actual.
Se puede hablar de "obra faraonica" ya que se trata de una de las obras mas colosales de la Historia.La Basilica tiene capacidad para 24000 personas.Fuera en la Plaza caben otras 200.000.La Cruz tiene 150 metros de altura.Pero el dato mas increible es que por el interior de los brazos(46 metros de crucero)pueden circular simultaneamente dos coches.
En cuanto al costo y aparte las cifras con las que quieren denostar al Regimen de Franco y segun las ultimas cifras conocidas,se cerraron cuentas con 1033 millones de pesetas invertidos.Es decir,6 millones de Euros.Lo que cuesta hoy el traspaso de cuaquier jugador de futbol de 2ª Division.Este gasto hace tiempo que fue amortizado con los 400.000 visitantes anuales que contabiliza el Patrimonio Nacional.Solo superado en visitantes por el Palacio Real y El Escorial.
En cuanto al "salario del miedo", frente a las acusaciones de represion y "esclavitud" que adjudican al franquismo en las obras del Valle lo grupos de izquierdas;otros grupos presentan documentos con el objeto de demostrar que los presos, ademas de redimir pena por el trabajo, percibieron un jornal de 7 pts mas la comida, que luego se elevó a 10 pts diarias mas pluses de peligrosidad y de trabajo a destajo,lo que unido a la vivienda y escuela gratuitas les permitio llevar a sus familias a vivir en el Valle.Recordemos que un sueldo de 300 a 400 pts en los primeros años de los 50 era lo que cobraba un profesor adjunto de Universidad.El medico del Valle, el ya mencionado Dr Lausin,superaba las 1000 pts y el Maestro D.Gonzalo(ex-condenado a muerte)1000 tambien o el practicante ,Sr Orejas, que cobraba mas de 500.Es un desproposito y una maldad la cifra de 50 cts diarios.Tan insultante cifra no hubiera sido aceptada ni consentida por los falangistas, como Jose Antonio Giron de Velasco ministro de trabajo que emprendió una politica social que asustó a la derecha conservadora.Ni tampoco por los arquitectos Mendez y Muguruza,ni por el Director del Proyecto,el escultor,Juan de Avalos;republicano de izquierdas con carnet nº7 del PSOE.
Franco nunca pensó que le enterraran en el Valle.Pero ocurrio que a quien nadie se habia atrevido a contradecir en vida, no se le respetó su ultima voluntad.Él queria ser enterrado en el cementerio del Pardo y fué el futuro Rey el que solicitó el enterramiento a la comunidad benedictina que rige la Basilica.Hace poco la periodista Victoria Prego publicó:"En los ultimos dias de la enfermedad del General,Arias Navarro,le preguntó a su hija si le iban a enterrar en el Valle a lo que contesto,NO""...lo que si consta es que las obras para acomodar otra tumba al otro lado del altar se realizaron a toda prisa...".
¿Cuantos restos ademas de los de Franco y Jose Antonio Primo de Rivera hay de verdad en el Valle de los Caidos?La cifra se ha movido de los 30.000 a los 70.000.Pero ya esta bien de contar muertos.Que descansen TODOS EN PAZ.