martes, 6 de diciembre de 2011

Constitución. Por Rafael.C.Estremera

Si les dijera que soy un acérrimo defensor de la Constitución de 1978, nadie se lo creería. Es más: los habituales llamarían rápidamente al loquero de guardia.

Si les dijera que me gusta el sistema impuesto por la Constitución de 1978 -separatismo institucionalizado, diferente valor del voto según el lugar de residencia, desigualdad en la atención sanitaria, asesinato de los más inocentes, mercantilización de la persona, asalto continuo a los fondos públicos para fomentar el clientelismo, revanchismo por decreto, guerracivilismo descarado...- cualquier persona de bien me retiraría el saludo.

Así es que les diré lo que ya se imaginan: que la Constitución del 78 es un bodrio, es un apaño malparido en restaurantes de cinco tenedores -y porque no hay de seis-, fruto de la cohabitación -supongo que sólo política- de los traidores con los derrotados. Es una auténtica basura, que consagra la diferencia entre los españoles, que consagra el ridículo de España primero, y su desaparición despues.

No voy a decir que la Constitución es de orígen bastardo al no ser Cortes Constituyentes las que la pergeñaron y promulgaron, porque -de acuerdo con José Antonio- pienso que todo proceso subversivo de un orden vigente crea su propia legitimidad. De lo contrario, aún andaría Orison coleccionando carriquiris para lanzarlos contra Aníbal.

Pero si voy a decir que la Constitución de 1978 es el principal problema que tiene España y que sufrimos los españoles.

Dicho lo cual, aquí dejo la imagen del ejemplar de la Constitución que firmó el Rey Juan Carlos I, porque se que ese Escudo -que es el de España- joroba bastante.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La Constitución debía ser el resultado de la democracia orgánica implantada en España de mano de los tecnócratas de Franco (Algunos de los que le traicionaron)

Muerto Carrero Blanco se acabó toda esperanza en la una más que lógica consecuencia.

Admiro la Constitución de 1978 en cuanto a los muchos avances que se han logrado. Aunque políticamente se defina como un "Bodrio" o incluso el apartado de Justicia.

Lo cual, yo abogo por una Remodelación de la misma, inspirándonos en los Principios del 18 de Julio de Lealtad, esfuerzo y bienestar.