martes, 20 de marzo de 2012

Sobre la unidad falangista. Por Andrés Santo.

Creo que al menos hay dos ideas bien distintas del falangismo. Una, que lo interpreta como la ideología surgida en España desde las raíces del fascismo nacido en la Europa de los años 30. Y la otra, desde una consideración bien distinta basada en una visión digamos –al menos a mi juicio- poco ajustada a la realidad y hasta dudosa de un José Antonio Primo de Rivera que casi podríamos calificar como de “antifascista”.

Es posible que la realidad solo pudiera ser contestada por el propio fundador del movimiento falangista, por lo tanto descalificar a una u otra parte podría no ser lo más correcto, porque podríamos estar faltando a la verdad con una visión sesgada y partidista. Es decir, casi todos coincidimos en que José Antonio Primo de Rivera tenia una concepción humanista y solidaria de la vida, y en que no era un racista, ni un xenófobo. Pero, dicho esto, también estoy convencido que la Falange Española de las JONS de José Antonio Primo de Rivera, Ramiro Ledesma Ramos y Onésimo Redondo, hoy exigiría un mejor control de la inmigración y la preferencia nacional en los derechos sociales para los españoles primero. Por eso, seguramente nos hace falta encontrar un punto de equilibrio entre ambas tendencias y hasta que no se encuentre, jamás se conseguirá una unidad real de los falangistas, que además debe ser ampliada a la de otros grupos y sectores del área patriota en un Frente Nacional.

En este tema, también estoy casi seguro que encontraremos diversas interpretaciones, porque en los textos de José Antonio hay argumentos en ambos sentidos en las distintas etapas de su corta pero intensa vida política, aunque doy por hecho que algunos rescataran aquello del famoso punto 27 y lo de la famosa lucha antifranquista desde la clandestinidad. Sin embargo, la cuestión es ver si somos capaces de estar a la altura de las circunstancias históricas y al servicio de España o al del grupo en el que militamos.

Andrés Santo

PATRIOTAS.ES

3 comentarios:

Geppetto dijo...

Falange tuvo la mala suerte de ser machacada al poco de iniciar su andadura, sus jefes politicos fueron asesinados y sus ideas, poco concrertas utilizadas por los unos y los otros
Jose Antonio esbozo una politica que prendio con rapidez dada su fuerza y su frescura, pero tras años no dan para mucho y eso es exactamente el tiempo que tuvo falange para hacerse un hueco en la España Prebelica de la Republica.
Jose Antonio fue asesinado, Ruiz de Alda Fue asesinado, Ramiro fue asesinado, Ledesma Ramos fue asesinado y con ellos la mitad de los cuadros del nuevo movimiento
Naturalmente esto tiene sus consecuencias, en cuanto el bando Nacional tuvo noticias del asesinato de Jose Antonio empezo la marimorena, falangistas a tiros contra falangistas y la palabra traidor en boca de unos y otros
Y asi seguimos oiga Vd
http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com.es/

Ricardo Fernández Coll "Richi" dijo...

Efectivamente la pequeña diferencia entre como dice Andrés Santo entre el concepto solidario y humanista de José Antonio y el no era racista ni xenófobo, no impide que él (Y lo creó así) hubiera preferido primero el control de la inmigración y la preferencia de los nacionales en los derechos sociales. Buena lección desde mi punto de vista y de acuerdo con doctrina enseñada por nuestros fundadores, y que muchos camaradas nuestros olvidan ante las dificultades actuales, adoptando la actitud racista y xenófoba

Saludos cordiales,

“Richi”

Anónimo dijo...

Bien; me parece un ejercicio algo aventurado el deducir con exactitud cuales hubieran sido las actitudes políticas de José Antonio antes los fenomenos actuales de la inmigración, aunque desde su crítica profunda al sistema capitalista y considerando éste fenomeno como una consecuencia del desarrollo capitalista, sin duda alguna no hubiese escapado a su certera visión. Ahora bien, su exquisita sensibilidad le hubiesen llevado a contemplar estas circunstancias sin menoscabo de su humanismo, solidarizandose con el sufrimiento humano y al mismo tiempo comprendiendo la enorme carga negativa que el citado fenómeno produce en España. Pero sin duda alguna, su posición sería absolutamente distinta de las de muchos groseros energúmenos que su patriotismo mal entendido les llevan a adoptar posiciones políticas carentes de humanidad.