Después de dos años en los que los francotiradores de los medios de difusión afines al Partido Popular han estado reclamando una reforma del sistema laboral en la que se acabe con la protección social fundada, hay que recordarlo, por el Falangista José Antonio Girón de Velasco mediante Decreto Ley del año 1943, por el que se publica la fundación de la Seguridad Social, parece que la mal llamada izquierda es la encargada de asestar la estocada de muerte a los derechos de los trabajadores.
Desde uno y otro lado se afanan en querer demostrar que para fomentar el empleo hay que abaratar el despido; todavía no los han contratado y ya están pensando cómo despedir a los trabajadores. La ecuación es fácil de resolver: si con el despido “caro” hay 6.000.000 de parados, con el despido barato habría muchos más. Lo único que produciría abaratar el despido sería la circulación de parado a activo y de activo a parado, que es lo mismo que decir que se “socializa el paro”, es decir, más o menos en el transcurso de unos meses todos trabajaremos medio año y estaremos en paro el otro medio, que es como decir que todos tendremos empleo fijo pero con jornadas de 4 horas. Total, que cobraremos todo el año una media de 500€ al mes. ¿Tendremos para comer?, porque para pagar la hipoteca, colegios, electricidad y demás servicios… ¡¡¡NO!!!, pero para comer…TAMPOCO.
Desde hace muchos años venimos gritando desde nuestras filas que teníamos PAN pero no teníamos PATRIA en la que unirnos para luchar por la JUSTICIA SOCIAL que nos garantice el PAN; precisamente por eso, por no tener ni Patria ni Justicia, nos quedamos sin Pan.
El lema tan nuestro: PATRIA, JUSTICIA Y PAN, no un simple eslogan, es fruto de un pensamiento avanzado y revolucionario. Hoy, esperemos que no sea demasiado tarde, nos empezamos a dar cuenta de esto.
Pero lo peor no es que el abaratamiento del despido de facilidades para poner a un trabajador de “patitas en la calle” por cuatro perras, lo más grave es que, precisamente por no ser despedidos, los trabajadores tragarán con carros y carretas hasta convertirse en esclavos y mendigos de un sueldo mísero. Los trabajadores en esta democracia y su liberalismo, en lugar de luchar por la defensa de los derechos laborales estamos luchando por nuestros derechos a ser explotados, no creemos que haya ninguna duda al respecto. A partir de este momento entramos en el “mercado libre de esclavos voluntarios”, hemos cambiado la libertad que proporciona el trabajo justamente remunerado por la tiranía de unas urnas liberales y apátridas.
Existe también la intención de legalizar el desplazamiento obligatorio de los trabajadores por todo el territorio nacional dentro de la misma empresa con diferentes delegaciones. Es decir, si una empresa tiene centros de producción en varias provincias, desplazarían a los trabajadores según el criterio empresarial, sin tener en cuenta los gastos que suponen para el trabajador ni tampoco la separación familiar. Si una familia está pagando una hipoteca por vivienda, además tendría que pagar el alquiler de otra en la que resida, más los gastos de traslados, cambios de colegios para los hijos si los hubiera; pero si trabajan los dos cónyuges esto traería consigo la dislocación de la familia y es que el liberalismo considera a la persona en plan individual y nunca social, anteponiendo las necesidades económicas del capital a las necesidades sociales y humanas. Como veréis, exactamente igual que si se tratase de máquinas o de cabezas de ganado.
Mientras tanto, los sindicatos “chaperos” del “pasto” y la “pasta” amagan con la boca pequeña con hacer una huelga general, para la que primero dan una fecha, luego otra y después la convocan para después del verano, vamos, que si hoy nos meten un dedo en el ojo será dentro de tres meses cuando digamos “¡ay, que daño!”.
La huelga es un castigo económico contra los empresarios que no cumplen sus deberes sociales y salariales y debe mantenerse hasta que se solucionen las causas y contra esos empresarios; pero una huelga general, además de reducir en un día real de haberes las nóminas de los trabajadores, sólo afectaría al muy pequeño empresario y al autónomo, ya que a las multinacionales, bancos y sociedades anónimas que se ahorran nóminas y gastos de ese día les favorece; porque el pan hay que comprarlo a diario pero no antes porque se endurece ni después ya que hay que comer todos los días; pero un coche da igual comprarlo una semana antes o después. Creemos que con este ejemplo está más que demostrado a quién favorece y a quien perjudica.
Con una huelga general indiscriminada nunca ganarían los trabajadores y sí lo harían CCOO y UGT, del mismo modo que pierde el autónomo y ganan las empresas capitalistas; al fin y al cabo los mal llamados sindicatos anteriormente citados son también empresas capitalistas y como tal, antiespañolas.
Nuestra propuesta es fiel a la REVOLUCION NACIONAL SINDICALISTA, revuelta y agitación dentro del amoroso servicio a España, distinguiendo entre inocentes y culpables y entre traidores y leales, pero al servicio de todos.
No es hora de lamentos y sí de lucha. Con desesperación vemos que en cualquier acto o manifestación sólo nos movilizamos un puñado de los “nuestros” y siempre los mismos. Ninguna Nación del mundo aguantaría tantos y tan crueles ataques a la Patria y aquí, en España, en nuestra querida Patria, en la que tenemos una doctrina como la Nacional Sindicalista, portadora de JUSTICIA SOCIAL, VALORES NACIONALES Y DIGNIDAD HUMANA, hemos consentido que las generaciones futuras nazcan sin Pan, sin Justicia y sin Patria. ¿Qué responderemos a nuestros niños cuando nos pregunten como hemos permitido llegar a tal extremo? Todavía estamos a tiempo para evitar que eso suceda. No los traiciones a ellos ni te traiciones a ti mismo.
¡SI LUCHAS PUEDES PERDER, PERO SI NO LUCHAS ESTAS PERDIDO!
¡POR LA PATRIA, EL PAN Y LA JUSTICIA!
¡VIVA LA REVOLUCION NACIONAL SINDICALISTA!
¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!
Fdo. El Secretario Nacional de Acción Sindical de La Falange y Jefe Nacional del Sindicato Trabajadores Nacional Sindicalistas Carlos Rodríguez
Desde uno y otro lado se afanan en querer demostrar que para fomentar el empleo hay que abaratar el despido; todavía no los han contratado y ya están pensando cómo despedir a los trabajadores. La ecuación es fácil de resolver: si con el despido “caro” hay 6.000.000 de parados, con el despido barato habría muchos más. Lo único que produciría abaratar el despido sería la circulación de parado a activo y de activo a parado, que es lo mismo que decir que se “socializa el paro”, es decir, más o menos en el transcurso de unos meses todos trabajaremos medio año y estaremos en paro el otro medio, que es como decir que todos tendremos empleo fijo pero con jornadas de 4 horas. Total, que cobraremos todo el año una media de 500€ al mes. ¿Tendremos para comer?, porque para pagar la hipoteca, colegios, electricidad y demás servicios… ¡¡¡NO!!!, pero para comer…TAMPOCO.
Desde hace muchos años venimos gritando desde nuestras filas que teníamos PAN pero no teníamos PATRIA en la que unirnos para luchar por la JUSTICIA SOCIAL que nos garantice el PAN; precisamente por eso, por no tener ni Patria ni Justicia, nos quedamos sin Pan.
El lema tan nuestro: PATRIA, JUSTICIA Y PAN, no un simple eslogan, es fruto de un pensamiento avanzado y revolucionario. Hoy, esperemos que no sea demasiado tarde, nos empezamos a dar cuenta de esto.
Pero lo peor no es que el abaratamiento del despido de facilidades para poner a un trabajador de “patitas en la calle” por cuatro perras, lo más grave es que, precisamente por no ser despedidos, los trabajadores tragarán con carros y carretas hasta convertirse en esclavos y mendigos de un sueldo mísero. Los trabajadores en esta democracia y su liberalismo, en lugar de luchar por la defensa de los derechos laborales estamos luchando por nuestros derechos a ser explotados, no creemos que haya ninguna duda al respecto. A partir de este momento entramos en el “mercado libre de esclavos voluntarios”, hemos cambiado la libertad que proporciona el trabajo justamente remunerado por la tiranía de unas urnas liberales y apátridas.
Existe también la intención de legalizar el desplazamiento obligatorio de los trabajadores por todo el territorio nacional dentro de la misma empresa con diferentes delegaciones. Es decir, si una empresa tiene centros de producción en varias provincias, desplazarían a los trabajadores según el criterio empresarial, sin tener en cuenta los gastos que suponen para el trabajador ni tampoco la separación familiar. Si una familia está pagando una hipoteca por vivienda, además tendría que pagar el alquiler de otra en la que resida, más los gastos de traslados, cambios de colegios para los hijos si los hubiera; pero si trabajan los dos cónyuges esto traería consigo la dislocación de la familia y es que el liberalismo considera a la persona en plan individual y nunca social, anteponiendo las necesidades económicas del capital a las necesidades sociales y humanas. Como veréis, exactamente igual que si se tratase de máquinas o de cabezas de ganado.
Mientras tanto, los sindicatos “chaperos” del “pasto” y la “pasta” amagan con la boca pequeña con hacer una huelga general, para la que primero dan una fecha, luego otra y después la convocan para después del verano, vamos, que si hoy nos meten un dedo en el ojo será dentro de tres meses cuando digamos “¡ay, que daño!”.
La huelga es un castigo económico contra los empresarios que no cumplen sus deberes sociales y salariales y debe mantenerse hasta que se solucionen las causas y contra esos empresarios; pero una huelga general, además de reducir en un día real de haberes las nóminas de los trabajadores, sólo afectaría al muy pequeño empresario y al autónomo, ya que a las multinacionales, bancos y sociedades anónimas que se ahorran nóminas y gastos de ese día les favorece; porque el pan hay que comprarlo a diario pero no antes porque se endurece ni después ya que hay que comer todos los días; pero un coche da igual comprarlo una semana antes o después. Creemos que con este ejemplo está más que demostrado a quién favorece y a quien perjudica.
Con una huelga general indiscriminada nunca ganarían los trabajadores y sí lo harían CCOO y UGT, del mismo modo que pierde el autónomo y ganan las empresas capitalistas; al fin y al cabo los mal llamados sindicatos anteriormente citados son también empresas capitalistas y como tal, antiespañolas.
Nuestra propuesta es fiel a la REVOLUCION NACIONAL SINDICALISTA, revuelta y agitación dentro del amoroso servicio a España, distinguiendo entre inocentes y culpables y entre traidores y leales, pero al servicio de todos.
No es hora de lamentos y sí de lucha. Con desesperación vemos que en cualquier acto o manifestación sólo nos movilizamos un puñado de los “nuestros” y siempre los mismos. Ninguna Nación del mundo aguantaría tantos y tan crueles ataques a la Patria y aquí, en España, en nuestra querida Patria, en la que tenemos una doctrina como la Nacional Sindicalista, portadora de JUSTICIA SOCIAL, VALORES NACIONALES Y DIGNIDAD HUMANA, hemos consentido que las generaciones futuras nazcan sin Pan, sin Justicia y sin Patria. ¿Qué responderemos a nuestros niños cuando nos pregunten como hemos permitido llegar a tal extremo? Todavía estamos a tiempo para evitar que eso suceda. No los traiciones a ellos ni te traiciones a ti mismo.
¡SI LUCHAS PUEDES PERDER, PERO SI NO LUCHAS ESTAS PERDIDO!
¡POR LA PATRIA, EL PAN Y LA JUSTICIA!
¡VIVA LA REVOLUCION NACIONAL SINDICALISTA!
¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!
Fdo. El Secretario Nacional de Acción Sindical de La Falange y Jefe Nacional del Sindicato Trabajadores Nacional Sindicalistas Carlos Rodríguez
1 comentario:
(Aprovecho este medio para felicitar a nuestro camarada Álvaro por su nuevo cargo de administrador de Patriotas.es . Ánimo y ¡Arriba España!)
Amor_Patrio
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