Hace muchos años un cartel de las entonces Fuerzas Nacionales ya rezaba así: SE BUSCAN. Hoy volvemos a buscar lo que entonces ya necesitaba la Causa de los patriotas españoles: militantes.
El NPe decidió llevar a cabo un cambio radical en el pasado mes de Octubre y pasar de tener simples colaboraciones a sumar a las mismas la petición de militancia política. España necesita hombres y mujeres que defiendan con un fuerte compromiso, como patriotas-soldado, los valores y los principios del nacionalismo social español. Y los necesita ya. Podrán existir colaboraciones menos comprometidas pero para llevar a cabo el trabajo que la Causa exige hace falta contar con la figura imprescindible, la más importante, la más dura, la más difícil y la más noble: el militante político, el soldado de la idea.
Hoy el Nudo Patriota Español admitirá esas colaboraciones pero busca militantes. Militantes dispuestos a asumir un compromiso duradero porque larga será la lucha. Dispuestos a asumir trabajo, esfuerzo y sacrificio porque todo lo que hagamos será insuficiente. Dispuestos a servir a una idea, a unos valores y a unos principios que se convertirán indefectiblemente en el centro de sus vidas. Tendrán que ser hombres y mujeres de una enorme fuerza interior. Otra vez: la marcha será larga, exigirá esfuerzo, sacrificio y mucho trabajo. No habrá recompensas. O muy pocas. Probablemente decepciones. Muchas decepciones que vendrán del propio entorno político. Y aún así, el militante escuchará en su interior aquello de hay que seguir luchando. El militante patriota hoy deberá ser un resistente. Quizá porque se sabe el último bastión.
El Nudo Patriota Español propone el camino más duro pero, probablemente, el único que conduce a una meta clara, sin renuncias, ni ambigüedades y que lentamente, pero con seguridad, irá dando sus frutos. Lo importante cuesta. Nunca es fácil. El militante del NPe no vivirá una lucha heroica en la que la victoria o la derrota lleguen mañana. Vivirá una batalla constante, sorda, en la que su máxima prioridad será dotar de propaganda nuestras ideas para hacerlas crecer entre el pueblo español. Para que cuantos más seamos, más propaganda podamos hacer. Para que cuanta más propaganda hagamos más seamos. Y así, sin descanso. Hasta que llegue un día en el que tantos sean los que piensan como nosotros en el seno de nuestro pueblo que quizá sea el momento de la lucha heroica. Hasta ese día en el camino quedará sudor, quedará el encontronazo físico alguna noche de madrugada con el adversario o en algún acto político o en el momento más inesperado. Quedarán multas, quedarán problemas judiciales, quedarán sentencias adevrsas y cuando la lucha lo exija, cuando merezca la pena el sacrificio, cuando adelantemos camino, puede quedar hasta la cárcel y, a lo mejor. la vida. Y todo ello requerirá mantener la fuerza de espíritu suficiente durante años. Muchos años. No queremos engañar a nadie.
Sabemos que los mejores nunca seremos muchos. Podremos hacer crecer el entorno político de colaboradores, de simpatizantes, hasta de votantes cuando llegue el caso. Pero quien cargará con el peso de la lucha será sólo una élite moral y espiritual, los mejores, los más fuertes por dentro, los pocos que son capaces de asumir un camino así en el que, encima, las voces de los menos buenos invitarán constantemente al abandono. Por eso hay una recompensa, una sola, que sí se le ofrece al militante: la dignidad y el orgullo.
España necesita brazos. El nacionalismo social español necesita brazos. El patriotismo político español necesita brazos. Brazos que hagan lo que hay que hacer, cuando hay que hacerlo y como hay que hacerlo. Si tú eres de esos mejores, de esos capaces de poner la Causa por encima de uno mismo, el Nudo Patriota Español ha abierto la recluta. Y sólo una cosa más: la victoria, por España y por nuestro pueblo, es posible.
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